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viernes, 27 de septiembre de 2013

LAS BRUJAS DE ZUGARRAMURDI



Dos parados (Mario Casas y Hugo Silva) cometen un atraco y huyen perseguidos por la policía (Pepón Nieto y Secun de la Rosa) y por la ex mujer de uno de ellos (Macarena Gómez). Se adentran en los bosques impenetrables de la Navarra profunda cayendo en las garras de una horda de mujeres enloquecidas que se alimentan de carne humana.

La esperadísima última película de Álex de la Iglesia es una ácida sátira en forma de comedia de terror sobre la ancestral lucha de sexos. De hecho, de la Iglesia es lo suficientemente hábil para meternos una especie de matrimoniadas con un envoltorio tan propiamente suyo -que nos recuerda a sus inicios de “El día de la Bestia”-, que hace que no notemos el artificio. No es casualidad que en la tasca cercana al pueblo de Zugarramurdi se vea “Noche de fiesta” de Jose Luis Moreno, espacio dónde surgió este concepto de “Matrimoniadas” que el director utiliza como tema de fondo para su historia. El argumento como tal nos propone a un par de atracadores de poca monta que junto al hijo de uno de ellos huyen con un suculento botín intentando alcanzar la frontera con Francia. La película funciona agradablemente en toda la travesía de los protagonistas (teniendo como mejor armas al personaje de Mario Casas y algún running bien construido) pero se estanca bastante en la recta final, cuando el choque de visiones contrapuestas deja paso a la acción por la acción, al despilfarro de toda la inversión presupuestaria, que es con diferencia la parte más floja.

Apuntándose un poco a la moda Santiago Segura, el apartado cómico de la cinta también descansa en una serie de cameos como los del mismo Segura o Carlos Areces (ambos travestidos) o la morbosa recuperación como actriz de la casi denostada Terele Pávez. Del dúo protagónico sobresale con creces Mario Casas sobre el más irregular Hugo Silva, en un papel –todo hay que decirlo- muy agradecido para un actor y que sabe defender muy cómicamente para sorpresa de bastantes. Carmen Maura también hace gala de su clase como actriz regalándonos una actuación potente y que cumple su objetivo, al contrario que una Terele Pávez que parece relegada a ser la apostilladora de las frases de esta primera. Completan el reparto un hilarante Enrique Villén, un muy notable Jaime Ordóñez (“La hora de José Mota”), Carolina Bang (convirtiéndose por derecho propio en una de las nuevas musas del director), Secun de la Rosa, Macarena Gómez, Pepón Nieto, María Barranco o Manuel Tallafé. Mi puntuación: 6,5 sobre 10. “Las brujas de Zugarramurdi” se estrena hoy viernes 27 de septiembre en las salas de toda España.

domingo, 10 de marzo de 2013

LOS AMANTES PASAJEROS




Un grupo de estrafalarios pasajeros viaja a Ciudad de México en un avión cuya tripulación es absolutamente esperpéntica. Durante el vuelo, una grave avería hace que los pasajeros, al verse inevitablemente al borde de la muerte, se sientan inclinados a revelar los asuntos más íntimos de su vida. Todo ello desembocará en una comedia caótica y disparatada.

Almodóvar intenta retomar aquí un poco el camino sembrado en el tono  y el color que pudimos ver en su “Mujeres al borde de un ataque de nervios”, pero se queda en un punto de comedia estrafalaria y surrealista que provoca que nada en esta historia sea mínimamente creíble. Pedro Almodóvar nos propone aquí de nuevo una película llena de su universo particular, alejándose esta vez un poco (pero no del todo) de esas figuras femeninas tan presentes en su carrera, en el que deambulan locas y mariconas sin parangón, pero sin la chispa que pueden tener otras de sus producciones. El punto de partida, sugerente en un principio, se ve desvirtuado por la necesidad de contar unas historias que no interesan, para rellenar lo que en un principio parece la única idea original, la de presentar a tres locazas reconvertidas en azafatos de vuelo que son capaces de despellejarse en la sala de mandos pero también de bailar una coreografía para calmar a los pasajeros. Todo lo demás es relleno, y aunque se intenta hacer un simulacro de tramas entrecruzadas, lo único salvable son las interpretaciones de incombustibles del cine español como Antonio de la Torre, Cecilia Roth o Lola Dueñas. Porque seguramente esta película puede gustar a los más acérrimos defensores del director manchego, pero es difícilmente salvable para el espectador medio.

El trío de locas formado por Javier Cámara, Carlos Areces y Raúl Arévalo hace en momentos disfrutable este episodio que debía haberse quedado solamente en las escenas de avión, intentando crear cierta atmósfera de tensión que ya hubiera provocado el contrapunto perfecto con la comedia que emerge de los disparatados personajes. Estos momentos del trío, son sorprendentemente los que no tienen que ver mucho con las minitramas que se nos intentan plantear en la película, sino que casi son una especie de sucesión de gags en el que Javier Cámara hace el personaje con más matices, Carlos Areces se tira a la piscina logrando un prototipo de gay extraño pero a la vez real, y Raúl Arévalo se mueve entre la sobreactuación y los clichés en un principio hasta mimetizarse con sus dos partenaires a medida que avanza la película. Sobran tramas y personajes (a pesar de la delicia que resulta en algunos de los casos su presencia en cualquier película) como el de Blanca Suárez, Paz Vega, Willy Toledo, y los cameos de Penélope Cruz y Antonio Banderas. Es como si se hubiese apuntado al carro de la moda de “Torrente IV” en la que no se buscan actores para la trama, sino que se opta por buscar tramas para ciertos actores, lo que bajo mi punto de vista supone cierta estafa argumental. Mi puntuación: 4 sobre 10. “Los amantes pasajeros” se estrenó este pasado viernes 8 de marzo en las salas españolas.

jueves, 27 de diciembre de 2012

EL CUERPO


Tras atropellar a alguien, un guardia de seguridad de la morgue huye. En el depósito de cadáveres, la policía descubre que la puerta de una de las neveras está abierta y el cadáver de una mujer ha desaparecido (Belén Rueda). El inspector de policía encargado de la investigación (José Coronado) cuenta con la colaboración del marido de la difunta (Hugo Silva), aunque no descarta la posibilidad de que esté relacionado con el asunto.

Orio Paulo, El guionista de la también interesante y hábil “Los ojos de Julia”, se estrena aquí en la dirección con un muy notable thriller que se defiende entre la intriga más pura pero que coquetea con el misterio con brío y mano firme. El film comienza con una premisa inquietante y muy sugestiva, que hace disparar la imaginación al espectador. Sin embargo, según llegamos a la media hora de metraje, donde suele estar el primer punto de giro, parece que la cosa se vuelve cada vez más llana y ese coqueteo con el cine de terror parece presagiar que solo se está alargando la premisa inicial, pero sin embargo, los últimos cuarenta minutos están llenos de giros y sorpresas, que hacen de esta una excelente película. A ello contribuyen también las interpretaciones sobretodo de los protagonistas más jóvenes, un acertado Hugo Silva y una siempre inconmensurable (tengo debilidad por ella) Aura Garrido. Belén Rueda, convertida ya en musa del cine de terror español, defiende un papel especial, que se mueve entre el misterio y entre la duda. Por último, encontramos a un José Coronado que titubea en sus primeras escenas, pero gracias a la intensidad que coge el relato se mimetiza poco a poco con su personaje y logra impactarnos poco a poco.

Esta es una película que descansa en un elaborado guion, con apenas cuatro o cinco personajes y un par de localizaciones, como las buenas películas, y excelentemente realizada como demuestra una fotografía a veces casi victoriana (como los planos de Hugo Silva mirando por la ventana bajo la lluvia, que nos hace llevar la imaginación a un contexto similar al que podríamos encontrar en los crímenes de Agatha Christie). Tiene ciertos pliegues argumentales que darían para debatir largo y tendido, y tenemos que hacer un par de leves saltos de fe para pasar por alto que el guion tiene ciertas trampas, pero la elaboración de este crea tal intensidad y sorpresa que se le perdonan con un acto de buena fe. El reparto, por otro lado, se cierra con nombres conocidos de la ficción española como Juan Pablo Shuk (Gamboa en “El Barco”), Oriol Vila (“Cuenta atrás”) o Cristina Plazas (“Los Hombres de Paco”). Mi puntuación: 7,5 sobre 10. “El cuerpo” se estrenó el pasado viernes 21 de diciembre en los cines de toda España.

jueves, 16 de febrero de 2012

LA INVENCIÓN DE HUGO (3D)



París, años 30. Hugo (Asa Butterfield) es un niño huérfano que vive escondido en una estación y se ocupa de arreglar relojes. Se verá envuelto en una misteriosa aventura cuando intente reparar un robot estropeado. Un día conoce a una chica (Chloë Moretz) que tiene la llave que podría resolver el misterio del robot... El guión adapta un libro infantil que ganó el premio Randolph Caldecott en 2008.

En esta deliciosa joya cinéfila nos encontramos a la película más familiar hasta la fecha del galardonado Martin Scorsese, que crea una atmósfera admirablemente propicia para que los niños disfruten de una aventura preciosa y emotiva, y los no tan niños para sumergirse en estéticas como las de “Las aventuras de Tintín”, fantasías como las de “La historia interminable”, y una realización que mezcla lo clásico con la aportación de las nuevas tecnologías. Hablando de esto último, hay que mencionar que el envoltorio 3D con el que está realizado el film, si bien no está excesivamente llamativo y no luce en demasía, sí que contribuye con creces a aumentar ese sentimiento de fantasía que transmiten los planos. La fotografía, por otro lado, es preciosista y muy luminosa. Los decorados son muy cercanos al imaginario colectivo de “Las aventuras de Tintín” o a películas recientes como “La brújula dorada” o “Polar Express”. Y es que mencionar esta última no es gratuito, ya que los personajes parecen estar a punto más de una vez de convertirse en personajes animados. La historia es emotiva y a la vez épica en una dimensión humana. Es a la vez una historia de amistad, de emociones, de salir adelante, de ilusión… de la ilusión de un niño por encontrar un propósito en la vida y alguien con quién compartirlo, y de la ilusión de un anciano por recuperar el propósito que le hizo ser quién era. Y este anciano no es ni más ni menos que Mélies.

Con estos mimbres, se crea un canto al cine, a la ilusión y a la infancia, en el que casi todos los elementos propuestos por Scorsese funcionan correctamente, como la máquina que trata de arreglar Hugo. Funciona pues también el reparto de la película. En una excelente decisión de casting encontramos al joven de pelo azabache y ojos vidriosos Asa Butterfield (visto en “El niño con el pijama de rayas”), que da vida al niño protagonista de la historia. A este le acompaña Chloë Moretz como su partenaire de aventuras. Encarnando al abuelo de esta última, y por ende al cineasta George Mélies, se erige inmenso sir Ben Kingsley, que interpreta a este conocido pionero de la gran pantalla, en sus años de debacle cuando incluso él mismo creía que sus cerca de quinientas películas se encontraban destruidas. Sacha Baron Cohen da vida al revisor de la estación de tresnes, dándole un tinte cómico y de slapstick, pero esta vez en un registro más comedido que el que nos tiene acostumbrado sus personajes. Por último, en un papel puntual pero que movilizará las motivaciones de Hugo, tenemos al incombustible Jude Law. Mi puntuación: 8,5 sobre 10. "La invención de Hugo" se estrena en España el próximo 24 de febrero.

miércoles, 27 de octubre de 2010

LA PRINCESA DE EBOLI

El romance pasional de la Princesa de Éboli y Antonio Pérez (mano derecha del rey), junto a los tejemanejes del rey Felipe II, y su intolerante y celoso carácter, concretan la base argumental de esta telemovie en forma de drama histórico que Antena 3 nos ha ofrecido esta semana. El confluir de estas dos tramas sucede de una forma bien estructurada, y si bien por ejemplo la trama de la pintora del reino pudiera parecer un poco forzada, realmente podemos ver que desemboca en momentos de gran intensidad y ayuda a conformar la psicología emocional de la princesa. La subtrama que sí puede parecer un poco de relleno es la del hijo de la princesa, que llega a resultar un poco cargante en cuanto a la actitud reiterada del joven en el relato.
La recreación de la ambientación y de la época, como casi todas las producciones actuales españolas, es bastante correcta. Sin embargo hay algunos errores de bulto como el personaje del hijo bastardo del rey, en el que choca muchísimo su cabello teñido de rubio que resalta sobre su perilla parduzca. Otro fallo que se puede considerar como aceptable, y del que por ejemplo “Águila Roja” no se ha visto perjudicado en cuanto audiencia, es el lenguaje; a veces navega líricamente por la forma de hablar de la época, pero sin embargo este esfuerzo histórico se rompe en escenas más dialogadas para dar lugar a una mayor identificación con la acción; pero esto es algo en lo que el espectador suele hacer un pacto con la historia y el autor, otorgándole esa licencia.
En cuanto a las interpretaciones cabe señalar el enorme esfuerzo de Eduard Fernández en su recreación del rey Felipe II, tiñendo su bello y su cabello hasta un rubio cobrizo similar al del personaje representado y sobretodo haciendo una labor de interpretación gutural para suavizar su voz, que a veces eso sí, escapa a su control evidenciando su habitual registro sonoro. Su gestualidad y su voz raya lo patético, pero le viene al pelo a ese personaje inseguro y colérico que es la figura de Felipe II. Por otro lado, aunque corta, la intervención de Michelle Jenner es de lo más destacado del film, dando vida a la mujer del rey, y mostrando un gran repertorio dramático que otorga al espectador grandes escenas, básicamente las que comparte con Eduard Fernández. En cuanto a Belén Rueda, aunque más o menos correcta, me es muy difícil separarla del papel de madre comprensiva en Los Serrano en sus escenas más familiares.

martes, 31 de marzo de 2009

MENTIRAS Y GORDAS

En vez de tener el sexo y las drogas como pretexto para contar una historia o para establecer una reflexión, utilizan la historia de unos personajes, a su vez bastante falta de garra y sin algo sólido a lo que agarrarse, para justificar las innumerables escenas de sexo del que ninguno de los actores de la película se libra. Su mayor logro parece haber sido convencer a todas esas jóvenes caras televisivas para hacer una película tan arriesgada y que demanda una exhibición carnal tan elevada. La historia y ambiente que refleja, aunque entendemos que no representan a la globalidad, dan una visión de la juventud actual muy demacrada y catastrofista. Todos parecen envueltos en menor o mayor medida en una espiral de drogas, autoengaño y autodestrucción sin que ninguno ejerza de vía de escape o de salvación posible. A pesar de alardear de solo ser una película en la que se refleja una realidad que ahí está (bastante bien reflejado por cierto el carácter de ciudades como Ibiza y lugares de fiesta que frecuentan los protagonistas), y eso parece bastante evidente ya que prácticamente carece de trama propiamente dicha, en las escenas finales podemos extraer una clara moraleja que establece esta ambigüedad en los objetivos del film. Mencionar que la banda sonora acompaña esta irregularidad, en este caso en cuanto a la forma de utilizarla con éxito. Se usa un tema pop bastante decente que se usa un par de veces pero también recurren a la música clásica con dispar resultado: la primera vez en una escena de Mario Casas en la discoteca en la que está muy bien traída/ajustada y resulta uno de los pocos soplos de aire fresco en la película (junto a la actuación de Alejo Sauras y su partenaire erótico-sexual Miriam Giovanelli) Sin embargo la segunda vez que se dispone este recurso les sale fatal la jugada, la porca pericia al principio de su inclusión en la narración incluso me dio algo de vergüenza ajena. Rescatar también las actuaciones de Ana María Polvorosa y la estética en algunos momentos de las imágenes, bastante potentes. Por lo demás, polémica y olvidable a partes iguales.

sábado, 7 de junio de 2008

SILENCIO, SE RUEDA

Los directores Alfonso Albacete y David Menkes hacen un parón en el rodaje de su sexta película juntos “Mentiras y Gordas”, para acompañados de varios de sus actores ya con la ropa de sus personajes, revelarnos algunas claves de este proyecto que comenzó a gestarse hace cuatro años y que ya se está grabando en los estudios Ciudad de la Luz (Alicante), con una duración aproximada de 10 semanas. Tal como afirmaron los directores “se trata de una comedia, pero es una película fuerte, reflejan un poco lo que sucede ahora con la gente joven”. Habrá fiesta y sexo pero luego llegarán “todos esos posos que hay ahí de sentimientos, las contradicciones entre los personajes, que es la verdadera reflexión”, apunta Hugo Silva. La trama está dividida en dos historias; por un lado está Paz (Miriam Giovanelli), que trabaja en un bar de moda en el centro de Alicante y es la novia de Carlos (Hugo Silva), el personaje más torturado de la película y que en palabras del propio actor “está metido en una espiral, no evoluciona y eso es lo que destroza al personaje”. Aquí es donde aparece Carola (Ana Celia de Armas), que es amiga de Paz y se enamora perdidamente de este chico por lo que “miente para que ella no se entere y también porque no quiere admitir lo que siente”, y por otro lado, están Toni (Mario Casas) y Nico (Yon González), dos amigos que sueñan con pasar un verano perfecto. El actor de “Los hombres de Paco” apuntilló que son personajes que sueñan con la amistad, que tienen unas relaciones muy naturales y frescas: historias que podrían pasarle a cualquier amigo. Su personaje esconde un secreto que sólo conoce Marina (Ana Mª Polvorosa), que le comprende muy bien porque a ella le está sucediendo algo parecido al conocer a Leo (Duna Jové, con la que los directores ya han trabajado en otras ocasiones). Este último es el personaje más divertido y potente a la vez que también torturado, cuya actriz ha sido caracterizado a conciencia (tinte negro y piercing falsos). Completan el reparto otros jóvenes rostros televisivos como Alejo Sauras, Asier Etxeandía o Maxi Iglesias.

lunes, 26 de noviembre de 2007

EL HOMBRE DE ARENA

El film del debutante José Manuel González-Berbel bucea, como últimamente sucede con demasiada frecuencia en nuestras producciones, en la historia española más reciente (se sitúa a finales de los años 60) y esta vez en la ya derogada "ley de Vagos y Maleantes" que sirve de pretexto para abrazar una historia de amor y de lucha a su manera. La película está rodada en Extremadura que es dónde se ubica la acción del film, concretamente en un psiquiátrico en el que es internado sin motivo racional Mateo, el protagonista, donde vivirá la injusticia del sistema y conocerá a Lola. "Todo el pueblo de Salvaleón nos ayudó en el rodaje. Tuvieron que aguantar a estos locos del cine y también a los animales que en algunos momentos no nos dejaron grabar alguna secuencia", explicó la pareja de protagonistas. María Valverde, que también comparte protagonismo aunque en menor grado, interpreta a Lola, quien tendrá una intensa relación con Mateo para tratar de que la historia no les olvide como les ocurrió a tantos, un papel complicado tanto en palabras del director como de su propia intérprete. "El personaje de María es muy difícil; apenas tiene diálogos, y debía tener sucesivas cargas de personalidad, estar al borde de la crisis en muchos casos y a mí me parecía que María lo podía hacer bien", dijo el director sobre el personaje, matizado a continuación por Valverde: "Fui yo quién tuvo que interpretarlo, pero él tenía muy claro la Lola que quería y hasta las dos semanas de rodaje no me dijo que la tenía, y fue cuando ya me quedé un poco más tranquila. Simplemente me dejé llevar un poco por Hugo y por todos los que nos rodeaban." La historia es secundada por actores de lujo como Ana Torrent o Mercedes Sampietro (algo desaprovechada la primera e innecesaria la segunda en la introducción del "cuento" junto a Ana Ruiz), habituales como Alberto Jiménez (el director del psiquiátrico) y jóvenes actrices como Irene Visedo o Silvia Marty; además de contar con la colaboración de otros actores que interpretaron al conjunto de internos. "Todos los locos que se ven en la película son actores de una compañía de teatro de Extremadura y era un gustazo trabajar con ellos porque cada uno estaba trabajando su patología incluso cuando la cámara estaba en otro lado… se creaba una atmósfera muy buena de trabajo", se deshizo en elogios Hugo Silva.

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