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jueves, 14 de junio de 2012

GET THE GRINGO


La historia se centra en un criminal (Mel Gibson) que es atrapado por las autoridades mexicanas, quienes le envían a una prisión llena de criminales y droga, donde aprenderá a sobrevivir gracias a la ayuda de un niño de nueve años (Kevin Hernández).

“Get the Gringo” es una de las agradables sorpresas de lo que va de este 2012. El film protagonizado por Mel Gibson tiene cierto regusto a la tercera temporada de Prison Break que tenía lugar en la cárcel de Panamá, unido a ese heroicismo desinteresado cargado de “malotismo de superviviente” que tanto gusta en los Estados Unidos. Esta película de acción, sin embargo, introduce unos cuantos elementos muy bien elegidos que hacen de ella una mejor película. Por un lado, tenemos la ambientación: Esa prisión alejada de la mano de Dios en lo más profundo de México, con esas texturas rojizas y cálidamente asfixiantes, dónde parece que en cualquier esquina puede estar luchando un gallo contra otro mientras dos narcotraficantes se apuntan con pistolas y observan el espectáculo. Por otro lado la introducción del elemento drama, que viene de la mano de un chico con el que enseguida empatizamos (Kevin Hernández) y su madre (Dolores Heredia), con los que establecerá una particular relación simbiótica, sobretodo con este primero. Por ello, las acciones que vengan de la mano del personaje interpretado por Mel Gibson, además de estar bañados de una voz en off desenfadada y muy bien guionizada, y de su comportamiento de tipo duro-angry boy, nos importan al ver que se interesa por estas dos personas.

Al fin y al cabo es un relato clásico, dónde el deseo y la misión del protagonista se entrelazan en un sinfín de ramificaciones de corrupción mexicana, dónde narcotraficantes, policías, jefes de cárteles y empresarios luchan por unos trozos de tarta poco definidos y cuyo punto de mira se sitúa en el personaje principal, interpretado muy correctamente por Gibson. Entre un reparto lleno de nombres mexicanos y latinos, dónde Kevin Hernández, que interpreta al niño de nueve años que está allí para donar un riñón al capo de la cárcel, sobresale gracias a su desparpajo y su extraña química con Gibson; también tenemos nombres más conocidos por el público como puede ser el de Peter Stormare (Abruzzi en “Prison Break”, en un papel de un par de secuencias, dando vida por enésima vez a un alto mando de la mafia) o Bob Gunton (conocido por su papel en la serie “24”). Por finalizar, es necesario remarcar otro elemento que apoya la narración: La música. Esta, muy presente en todo el metraje, aporta un toque de distinción y nos traslada sin remedio a una sociedad y a una forma de entender la vida que a la mayoría de nosotros nos es tan ajena, pero que les puede resultar incluso a ellos mismos ajena cuando vemos la civilización que se ha creado en esa peculiar cárcel. Mi puntuación: 7 sobre 10.

viernes, 13 de mayo de 2011

EL INOCENTE


Mickey Haller es un abogado que se ha especializado en defender a criminales de poca monta procedentes de los barrios bajos. Cuando un día se le presenta la oportunidad de defender a Louis Roulet, un rico heredero detenido por el intento de asesinato de una prostituta, su carrera da un vuelco, pues esto significa percibir unos ingresos muy superiores a los habituales. Sin embargo, aunque el caso es aparentemente sencillo, acabará por tener consecuencias inesperadas.

Un drama jurídico elegante con ligeros coqueteos con el thriller psicológico, solvente y bien llevado, que adapta fielmente y con sobriedad la novela de Michael Connelly. La película dura casi dos horas pero no tiene por el contrario planos vacíos ni que aparentan estar metidos con calzador, sino que son totalmente pertinentes para contar la historia de intriga en la que se ve involucrado el personaje de Matthew McConaughey, con una serie de secundarios no muy definidos, aunque sí algo peculiares en algún caso, pero que ayudan a avanzar o a entorpecer la investigación del protagonista. El foco de atención se establece por tanto en el juego psicológico entre el abogado y el cliente, en que los engaños, los juegos, los trucos, los ases en la manga y los giros más o menos esperados serán la tónica general de la trama. Las piezas que son los demás personajes están en su justa medida para crear esa intriga que irá envolviendo a Mickey, pero de la que lejos de acobardarse sacará todas sus agallas y su bagaje judicial para dar la vuelta a la tortilla. Sin haber leído por un lado la novela en la que se basa, no me parece acertado el papel que se le da al abogado de la acusación, que queda reiterada y sistemáticamente como un pelele, como un principiante, dejando eso sí igual de forma muy intencionada que todo el duelo emocional quede entre Mickey Haller y Louis Roulet. Aunque él haber potenciado el duelo dialéctico entre Mickey y su contrincante en el estrado puede funcionar en detrimento de la relación principal, me hubiera gustado que lo intentaran para no hacer un personaje tan plano.

Uno de los puntos fuertes del film es el reparto. Como protagonista indiscutible del relato tenemos a un Matthew McConaughey, que no siendo santo de mi devoción, he de reconocer que dota de cierta frescura y verosimilitud a un abogado con estilo, de buena planta y con las cosas bien claras de lo es para él la profesión, incluyendo también su pequeño titubeo con los demonios personales en relación a la justicia y la inocencia, que le pondrán en el abismo en el caso con el que se encuentra. Al otro lado del tablero nos encontramos con el también conocido Ryan Phillippe, que tiene secuencias relativamente menores, ya que lo que realmente pone en serios aprietos al abogado no es el personaje en sí, sino su figura, que está continuamente planeando sobre él y que parece adueñarse desde la lejanía de todos los aspectos de su vida y su trabajo. Como el experimentado investigador privado al servicio de Mickey Haller tenemos a William H.Macy, con un look un poco hippy que deja un poco desconcertado al espectador, pero que teniendo en cuenta con la gente con la que se mueve este abogado poco a poco deja de chirriarnos para acabar disfrutando de él. Cierran el reparto actores conocidos y siempre eficientes como pueden ser la oscarizada Marisa Tomei en el papel de ex mujer del protagonista, Josh Lucas en el papel de abogado de la acusación, John Leguizamo (“Moulin Rouge”), Bob Gunton (de la serie “24”), Margarita Levieva (“Adventureland”) o Katherine Moenning (de la serie “The L Word”).

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