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martes, 4 de junio de 2013

FINAL DE LA PRIMERA TEMPORADA DE "REVOLUTION"


La nueva serie del productor J.J.Abrams, “Revolution” ha terminado con éxito su andadura por la parrilla americana en su primera temporada, con una tanda de veinte capítulos que han ido readaptándose poco a poco al ser consciente sus creadores tanto de sus puntos fuertes como de sus limitaciones, creando una ficción de aventuras post-apocalíptica que tiene un par de personajes interesantes sobre las que cimentar ciertos conflictos universales.

Por fin las luces se han encendido para todos. El apagón con el que inició la serie se ha detenido después de más de una década. Ese es el cliffhanger parcial con el que nos deja el final de la primera temporada de “Revolution”. Porque los guionistas ya se han dado cuenta de que la intriga del origen argumental no es la que mueve a los espectadores. Por esto, se han ido cada vez más derivando hacia la acción pura y dura, hacia una acción derivada de cambios de alianzas, de pequeñas venganzas y grandes necesidades por salvar un mundo que tiene una nueva configuración. Porque la segunda parte del cliffhanger viene así: al parecer, el presidente de los EEUU recibe la noticia de que la electricidad vuelve a funcionar, y por ello está dispuesto a volver a asumir el mando de su país. Esto traerá consigo casi con toda seguridad un nuevo entramado en el ecosistema de bandos y de alianzas de la serie, que traerá personajes nuevos que harán de coyunturales antagonistas y coyunturales aliados. Parece que nos quiere situar en una tesitura bastante interesante: puede que Bass (David Lyons), que se había erigido como el antagonista de la primera temporada, ante este cambio del tablero y en un movimiento algo sembrado en ese capítulo veinte, se vuelva a aliar con Miles (Billy Burke), tal y como sucedía en su pasado mostrado a través de múltiples flashbacks durante la temporada.

A la ficción, por otro lado hay que reconocerle el valor que supone el no tener contemplaciones al hacer desaparecer a alguno de sus personajes principales, como haya sucedido con Maggie, con Danny, y por último Nora (Daniella Alonso). Para el papel de esta última habían adoptado a Rachel en funciones, como partenaire ocasional de Miles, y tampoco les parecería convencer un triángulo amoroso ya que tal vez Monroe aparezca por en esos lares a más no tardar. Esperemos que no cometan el error de esta temporada de hacer a toda fémina que aparecía como el amor incondicional pero a patadas de Miles. Miles no es Hank de “Californication”. Sin embargo, es claro que ninguno de estos personajes fallecidos era de los personajes más interesantes, por lo que me arriesgo a pensar que Aaron (Zak Orth) será probablemente el próximo en morir. Como en todas las series, quedará un reducto de personajes intocables, que en este caso son Miles, Charlie (Tracy Spiridakos), Tom Neville (Giancarlo Esposito), Monroe, y quizás Nate (DJ Pardo) si no se le busca otra pareja a Charlie. Rachel, por el carácter de la actriz Elizabeth Mitchell, acabará desapareciendo tarde o temprano, pero no sin dejar muestra de sus grandes dotes de actriz, haciendo muy atractivo a su personaje. Lo que nos depara esta segunda temporada pues es una nueva vuelta de tuerca en la relación entre Miles y Monroe, de nuevo a Charlie y a Nate en el centro de la acción mientras se besan cuando la libido reaparece, y esperar a ver cuales son los nuevos antagonistas oficiales de la ficción.

miércoles, 1 de mayo de 2013

LA VUELTA DE "REVOLUTION"


“Revolution” volvió hace aproximadamente un mes después de hacer un parón desde noviembre hasta marzo de este año, algo que parecía presagiar que muchos de los espectadores podrían abandonar la serie ante esta ausencia tan prolongada. Por su parte, el equipo creativo parece que ha aprovechado para poner un poco las ideas claras e intentar definir su producto dándole una identidad propia.

Lo que ha quedado claro en esta vuelta de la serie es que los guionistas son cada vez más conscientes de sus limitaciones, tanto propias a la hora de escribir una historia ya sembrada como de los actores que tienen disponibles. Alejándose del san Benito de sucesora de “Lost”, la serie de J.J.Abrams ya no tiene esa gran necesidad de dar respuestas al por qué del apagón electrónico, y se ha centrado casi totalmente en contarnos una historia pura de acción en la que lo importante son las motivaciones y los tejemanejes de los dos bandos y sus miembros, así como el interés por definir a alguno de los personajes. En esto encontramos también un sello de identidad de la serie: conscientes de la limitada capacidad de algunos de sus intérpretes, hay una facción importante integrada por Miles (Billy Burke), Charlie (Tracy Spiridakos), Nora (Daniella Alonso) y Aaron (Zak Orth) que prácticamente están limitados a esas escenas de acción; mientras que el trío compuesto por Bass (David Lyons) –sin duda el personaje más interesante de la serie-, Tom (Giancarlo Expósito) y Rachel (Elizabeth Mitchell) son los que se encargan de dar la intensidad emocional de las tramas, en gran medida.

Incluso la muerte hace unos capítulos de Danny (Graham Rogers), el dinamizador de la trama de búsqueda de la primera parte de la temporada, ha servido para darnos un capítulo más que decente y además para quitarse un lastre de encima, ya que las cualidades interpretativas del actor eran tan limitadas como las posibilidades del personaje. Tarde o temprano, en su función de target, entrará Nate (JD Pardo), que parece haberse revelado contra la República para engrosar las filas de los rebeldes, así como el padre que ha encubierto su traición. Un caso aparte es Miles Matheson, ya que es el eje sobre el que pivota la serie y el que suele llevar las riendas de las escenas de acción, pero a la vez, su relación de amistad truncada con Bass es el segundo pilar de la serie. En cuanto al argumento como tal, descubrimos que las pistas que se nos van dando sobre quién y por qué provocó el apagón y qué función pueden tener los pendientes electrónicos van muy con cuentagotas, pero incluso el espectador ya ha asumido que no es lo importante de esta serie. Con sus virtudes y sus defectos, “Revolution” es así.

jueves, 25 de octubre de 2012

PRIMERAS IMPRESIONES DE "REVOLUTION"


“Revolution” parece ser el gran éxito del inicio de temporada de la NBC en la parrilla estadounidense. Y es que sus virtudes, que no son pocas, han hecho de esta una producción a la que cualquier espectador que se haya acercado, le suscite interés por ver qué nuevas aventuras deparan a sus protagonistas. Tras un aceptable piloto, nos asaltaba la duda que habían tenido todas las series que parecían haber adoptado el “San Benito” de hijas de “Lost” y que no es otro que el que poco a poco la serie se fuera desinflando, sin embargo, los guionistas han sabido continuar un decente inicio y dejarnos con un buen sabor de boca en cada episodio emitido hasta el momento.

SPOILERS 1X01-1X05
Una de las piezas clave del éxito es la creación de un nuevo orden natural de las cosas, un giro de tuerca a la tan de moda ambientación postapocalíptica de estos últimos años: en este caso, nos encontramos veinte años después a que toda electricidad mundial hubiera dejado de funcionar. El ir redescubriendo como el mundo (o como los guionistas creen que) se ha adaptado a este nuevo cambio, es sin duda un elemento sugerente con el que bañar las tramas. Por otro lado tenemos un relato clásico: la tarea del héroe, dispuesto en manos de los personajes de Charlie (la desconocida Tracy Spiridakos) y Miles (el más conocido Billy Burke), que comienza con el MacGuffin de salvar al hermano de esta primera de la milicia, pero que pronto irá derivando a algo mucho mayor relacionado con el apagón eléctrico. Aquí aparece el deseo, la trama de amor que se interpondrá en la misión del héroe: y es que el partnaire amoroso de Charlie es sin duda el apuesto Nate (JD Pardo), un joven de la milicia y para colmo hijo de uno de los mandos más despiadados de esta, pero que está muy mal definido ya que a veces parece que es más leal a Charlie y sus aliados que a su propio padre.

Esta serie tiene muchos elementos típicos de las producciones de JJ Abrams. Por un lado esa especie de idea de jugar a ser Dios, que aquí se cosifica en que cuatro personajes protagonistas parecen estar relacionados con el apagón: por un lado tenemos al asesinado padre de la protagonista (Tim Guinee), a su hermano Miles, a la mujer de este primero (Elizabeth Mitchell) y al amigo de este segundo llamado Monroe (David Lyons) que ahora es el jefe de la milicia. Se establece una relación entre Miles y Monroe muy parecida a la que tenemos entre Walter Bishop y William Bell en “Fringe”: dos personas que se encontraron con una posibilidad de jugar a ser Dios, y cuya idea surgió del primero pero la abandonó al asustarse de su propio comportamiento, y su posición la ocupó este segundo haciéndose todavía más terrible y llevando las consecuencias más al extremo. En este aspecto, Miles me recuerda también al personaje de Roberto/Burbuja en “El Barco”, un elemento muy misterioso que parece involucrado con la trama de intriga, y que salió del proyecto por miedo a la persona en la que se estaba convirtiendo. El elemento definitivo para que esta serie tenga tirón y cierta esencia adictiva es el buen uso que están haciendo de los cliffhangers (casi todos relacionados con ciertos artefactos capaces de volver a generar energía), disponiéndolos de forma elegante y con buen tino.

El alivio cómico, como lo puede ser Hurley en “Lost” o Fusco en “Person of Interest”, corre a cargo de Aaron (Zak Orth), un desengrasante muy típico también de las series del productor, pero que en este caso queda bastante debilitado y no sería de extrañar que fuera el próximo personaje en morir. El último elemento en discordia era Maggie (Anna Lise Phillips), la suerte de madrastra de Charlie que no me cuadraba mucho en este orden de personajes y que por suerte se la ha dado ya un final, ya que su interpretación a mi entender dejaba mucho que desear. Para terminar el cuadro de relaciones, tenemos también algo muy típico en las series de Abrams, una estructura de capas en torno a los denominados enemigos: en este caso, tenemos a Monroe como el general de la milicia y a la postre ex mejor amigo de Miles, pero por debajo tenemos a una especie de general brutal y a la vez cultivado (encarnado por el Giancarlo Expósito, el Gustavo Fring de “Breaking Bad”). En este aspecto, y para concluir el análisis, encontramos los flashbacks que van bañando los capítulos de vez en cuando, y que nos hacen entender las motivaciones de los personajes, su adaptación al nuevo orden mundial, y que nos muestran quienes eran y a que se dedicaban antes del apagón, muy al estilo “Perdidos”. “Revolution” mezcla aventuras, drama y misterio, con ciertos personajes que ya han dado muestra de su potencial, y con capítulos dirigidos por Jon Favreu (director de la saga “Iron Man”): ¿Te la vas a perder?

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