“Retornos” es la historia de un hombre que lleva diez años huyendo de sí mismo, obligado a volver a su pueblo por la muerte de su padre, que le ha pedido que se reconcilie con su hija y que arregle sus asuntos con su hermano. Sin embargo, la muerte de la mejor amiga de su hija, le obliga a involucrarse más de lo esperado en la vida de este pueblo donde todos se conocen.
Este es el argumento de una película noble, intimista, con pocos medios y rodada en la bella Galicia. Cada uno de los personajes que conforman esta película tiene su particular via crucis, no se trata de culpar a nadie por lo sucedido, ni de diferenciar entre buenos y malos, ganadores y perdedores; sino que se trata de una historia de gente dolida, con problemas, que necesitan arreglarse unos a otros, o por lo menos intentarlo. A pesar de algún titubeo con el sentimentalismo barato, logra ser un fiel retrato de los problemas de una familia rota por el abandono, y en ningún momento nos llega a hacer creer que va a resolverse con el típico “happy ending” tan propio de películas americanas, sino que se limita a describirnos el proceso por el cual estos personajes vuelven a reencontrarse enfrentándose cada uno con sus fantasmas particulares.
A esta vertiente dramática hay que unirle una línea argumental de intriga en el que una chica aparece atropellada, revelando otra muerte sucedida hace algún tiempo, y que servirá como pretexto para dinamitar las relaciones entre los personajes del film y destapar trapos sucios otrora enterrados. Con esta cinta me he dado cuenta de que no es necesario tener una magnífica historia que contar, sino que con sensibilidad y buen hacer, se puede llegar a crear un producto digno y de calidad que realmente emocione.
Este clima dramático está excelentemente solventado gracias a unas grandes interpretaciones: el protagonismo recae en el cuasidesconocido Xavier Estévez, tan contenido y emocional en su interpretación, que parece casi imposible imaginarse ese papel con otro rostro; el papel de hija forma cuerpo en la piel de una excelente Manuela Vellés; cerrando el triángulo principal del drama está Xosé Manuel Oliveira, en el papel de hermano del protagonista. Cierran este reparto actores siempre solventes como Emilio Gutiérrez Caba o Luis Zahera.
