
Acompañan el reparto la niña Cristina Valdivieso, Ariadna Gil, Kira Miró, Carlos Hipólito y Juan Echanove entre otros. “El actor debe ser también una gran persona en un extenso porcentaje para ser realmente un gran actor, y eso es lo que he conseguido con este reparto. Creo que los actores trabajan a partir de las posibilidades que les ofrece el guión; les tienes que permitir que estén cómodos en esta historia ya que son actores y tienen que aportar algo”, apunta el director. Una de sus actrices, Kira Miró, señaló sus experiencias en el rodaje: "No me relacioné en casi todas la secuencias con ningún actor del reparto, fue difícil por no tener algún compañero delante que te diera la réplica, pero esa soledad me ayudó a transmitir esa emoción del personaje en la película”.
Uno de los pilares en que se sustenta los aspectos positivos del film es la gran encarnación que logra Grandinetti: “Mi trabajo fue entender a un personaje tan distinto a mí. Quería mucho a su mujer y cuando las cosas se pusieron mal se desestabilizó y hace todo lo contrario de lo que debe hacer”.
Ariadna Gil, en un rol muy similar a su excelente personaje en “El embrujo de Shangai”, encarna a un personaje complejo y maltratado por la vida, que ante la falta de la madre, suple a su manera la carencia afectiva de la niña en el film: “Todo el mundo sabe que as relaciones sanguíneas te van a marcar, pero no son las únicas ni las más importantes. Y mi personaje es el que entra en espacio”.
“La película empieza y cierra con la niña, lo que da a entender que la niña sabe algo más de lo que dice”, enigmatizó Docampo Feijóo, cuando le preguntaron finalmente por el papel de la más joven de la película.