Mostrando entradas con la etiqueta luis zahera. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta luis zahera. Mostrar todas las entradas

miércoles, 28 de noviembre de 2012

INVASOR


Pablo es un médico militar español enviado en misión de paz a Irak durante la guerra de 2003. En una salida rutinaria su convoy es atacado en el desierto. Él y su amigo Diego logran refugiarse en una casa deshabitada, pero se ven envueltos en un conflicto que pone sus vidas en peligro...

Daniel Calparsoro, del que hablamos hace poco debido al rodaje de su nueva película “Combustión”, se adentra aquí también en el cine de género, tan poco tratado en España y que parece tan difícil de abordar en nuestra industria. Esta es una historia sobre asumir responsabilidades, sobre una situación tan infame que es difícil justificar a los personajes que llevan a cabo este tipo de acciones, pero la película intenta evitar caer muy obviamente en maniqueísmos. No siempre lo consigue. Un ejemplo es el personaje de Karra Elejalde, que no acaba de decidirse entre hacer un villano al uso o una persona con su integridad puesta en el otro lado de la balanza, por lo que su personaje hace aguas en algunos momentos, llegando incluso a rozar la parodia en los últimos compases. En el otro punto, tenemos a un gran y eficaz Antonio de la Torre (algo a lo que nos tiene acostumbrados), una muy válida Inma Cuesta dando vida a la mujer del protagonista, y a un Alberto Amman sobre el que vuelve a recaer el papel principal que se me antoja un poco inexpresivo. Cierran el reparto nombres como el de Bernabé Fernández (“El Barco”) o Luis Zahera (“Sin tetas no hay paraíso”).

Muy efectivamente rodada, con escenas que dan una sensación de pulcritud y de buen hacer que elevan el mérito de la película, se le suma también una fotografía muy trabajada y que nos hace creernos los paisajes y los contextos que nos ofrecen, ya sea en La Coruña o ya sea en el desierto iraquí. La banda sonora es simple pero eficaz, con unas ondulaciones que modulan los dilemas de los protagonistas. Falla por otro lado el guion, al que le hace falta algo de sustancia, algo que no sea solamente el conflicto moral con el que se encuentra el personaje protagonista; ya que es muy significativo que lo que más llame la atención sean las imágenes que pertenecen a la ficción de Iraq y la magnífica escena de persecución rodada en el centro neurálgico de La Coruña, cuando se presupone que es una historia sobre personajes y conflictos universales. Por tanto, un ejercicio de talento de realizador, pero al que le falta algo más de garra argumental, no una simple denuncia de situación de los comportamientos de este tipo de instituciones. Mi puntuación: 6,5 sobre 10. “Invasor” se estrena este mismo viernes 30 de noviembre en las pantallas españolas.

viernes, 16 de noviembre de 2012

PRESENTACIÓN DE RODAJE: "COMBUSTIÓN"

Mikel (Alex González) está a punto de casarse con Julia (María Castro), dueña de una importante joyería heredada de sus padres. En la fiesta del anuncio de boda, Mikel conoce a Ari (Adriana Ugarte), una de las camareras del catering. Entre ellos surge una inmediata atracción. Y aunque el chico intentará controlar ese deseo, acabará cayendo en sus brazos. Poco a poco se irá sintiendo más enganchado a ella y más fascinado por su mundo, que no es otro que el de las carreras ilegales de coches, y que despertará el lado más salvaje de Mikel. Lo que el chico no sabe es que todo forma parte de un plan elaborado por Ari y su novio Navas (Alberto Ammann).


Esta es la premisa argumental de una película cuyo rodaje se ha presentado este viernes delante de centenares de periodistas y fotógrafos. El equipo del film nos recibe en uno de los set de rodaje que consiste en un viejo taller donde los personajes de Álex González, Adriana Ugarte y Alberto Amman mantienen una acalorada disputa. “Combustión” es lo nuevo y adrenalítico de Daniel Calparsoro, director conocido por tele-movies como “La ira”, “Tormenta” o “El castigo” y el thriller de acción “Invasor”, que se estrena dentro de unos días. Se trata de una película de acción y violencia en la que las carreras ilegales de coches forman parte intrínseca de la historia, pero tal y como advierte su director “se da muchísima importancia a la historia, a los personajes, pero por otro lado también tenemos carreras de coches”. Daniel Calparsoro, parece haber demostrado que es uno de los directores mejor preparados para abordar este tipo de proyectos tan típicamente americanos, como sus actores se encargan de afirmar: “Creo que Daniel es la mejor o una de las mejores personas en España para hacer cine de acción, para mostrar violencia y que te la creas. Es un ejemplo de americano al uso, que puede con el factor humano de la trama y con setecientos caballos en el porsche de carbono” dice Adriana Ugarte bromeando. “Daniel Calparsoro es muy americano y además hace un balance muy bueno: hace la película que quiere hacer, sin renunciar lo que él siente, pero además teniendo en cuenta de que el producto va dirigido a un público” reitera Álex González.

En esta trama tan automovilística, tanto Alberto Ammann como Álex González dieron clases de conducción temeraria. Para Alberto lo más divertido fue “aprender a hacer trompos y a darte cuenta de los límites del coche. Que además te da una seguridad por si de repente tienes un imprevisto real, poder tener la destreza o la habilidad para salir airoso. Es un aprendizaje que piensas que te puede servir, y además era una especie de deseo adolescente que perdura”. Álex, por otro lado, recalca el papel que tienen los vehículos que conducen con respecto a los personajes ya que “los coches que utilizan los personajes pueden ser metáfora de su personalidad. Por ejemplo el mío es aparentemente familiar, pero también tiene 500 caballos. Yo aparentemente tengo una vida que parece que soy bueno y Navas es el malo, pero por dentro soy una fiera, que según avanza la película va despertando. Que es un poco como le pasa a este coche”. Por último, los actores nos dan las claves de sus personajes: Para Adriana, “Ari es la primera vez en mi vida que me permite no hacer un personaje que es la buenaza, sino abordar un personaje con una moral dudosa. Alguien que es una destroyer desde el principio”. El personaje de Alberto Ammann en palabras de su intérprete es “el que tiene una cuota de oscuridad más grande en la película. Un manipulador y un egoísta solitario, un encantador de serpientes y un vende humo”. Para terminar, Álex González define a su personaje como “un tipo con muchos secretos. Y de hecho aprendo de él que al final los personajes se cuentan más por lo que ocultan que por lo que cuentan, y en el caso de Mikel es paradigmático”. Por lo tanto, ¿Te vas a perder “Combustión”, lo nuevo de Daniel Calparsoro?

viernes, 30 de diciembre de 2011

LOS LOBOS DE ARGA


En 1910, en Arga, un pequeño pueblo gallego, una maldición cae sobre la malvada marquesa de Mariño: al cumplir los diez años, su hijo se convertirá en un hombre lobo. Cien años después, Tomás (Gorka Otxoa), un escritor fracasado que es el último descendiente varón de los Mariño, regresa al pueblo convencido de que van a nombrarlo hijo adoptivo de Arga. En realidad, los vecinos piensan sacrificarlo en una oscura ceremonia para acabar con el reinado de terror del hombre lobo que lleva un siglo sembrando el pánico en la comarca. De no llevarse a cabo la inmolación del último de los Mariño en la fecha exacta, una segunda maldición de consecuencias más terribles, caería sobre el pueblo.

Interesante comedia de terror, que sigue el precedente para mí sentado con, “¿Estás ahí?”, protagonizada también por el actor vasco Gorka Otxoa. Esta comedia más bien ligera y que bucea en lo más profundo del costumbrismo español, está cimentado en dos temores patrios muy reconocibles: por un lado las leyendas urbanas y por otro la llamada España profunda. Un pueblo gallego es el paisaje idílico propicio para narrar esta historia, dónde ancianos inquietantes y hábitos ancestrales se dan cabida para crear una sensación de inquietud muy palpable, que se une al terror desatado por las criaturas que infestarán la zona. Nos encontramos a nivel de reparto con un Carlos Areces en estado de gracia, desde hace ya unos meses, interpretando aquí a un pueblerino muy peculiar y con ganas de venganza respecto al amigo que le abandonó en ese paraje alejado de la mano de Dios. Otra de las grandes ventajas de la película viene concedida por el actor Luis Zahera, visto en películas como “Concursante” o “Celda 211”, y que vuelve a dar un repaso de su potencia actoral, tanto a nivel de presencia como de interpretación, regalándonos de nuevo esa voz potente que te hipnotiza encarnando a su personaje. La cinta está protagonizada por un Gorka Otxoa correcto, pero que se queda incluso pequeño ante el buen hacer de monstruos del humor como Manuel Manquiña o los mismos Luis Zahera y Carlos Areces. Completan el reparto actores solventes y consagrados como Secun de la Rosa, Xosé Manuel Oliveira o Mabel Ribera.

Se da cierta dicotomía a nivel de producción. Sobresale con creces un maquillaje espectacular, recreando a los hombres lobo, así como a nivel de magulladuras, laceraciones y amputaciones; sin embargo, en cuanto a efectos especiales, hay ciertas deficiencias en cuanto al movimiento de estas mismas criaturas, que parecen más bien fantasmas o ninjas en vez de rudos y salvajes hombres lobo. De alguna forma, es como sí hubieran querido adoptar el movimiento de los dementores de la saga “Harry Potter”. La película, dirigida y escrita por Juan Martínez moreno, está bastante bien trabajado a nivel tanto de personajes como de creación de clima y atmósfera, pero falla un poco a nivel narrativo en ciertos momentos, dónde decae la intensidad del relato. Excepto estos pequeños paréntesis, la película funciona aceptablemente gracias como ya se ha dicho a la intervención siempre magnífica y potente de los personajes de Areces, Zahera y Manquiña; y gracias a un guion bastante efectivo y que entretiene, sin más pretensiones que las de hacer pasar un buen rato y a la vez un mal rato.

jueves, 24 de febrero de 2011

23-F


Este film dirigido por Chema de la Peña, director que ha alternado su carrera con documentales y películas como “Isi/Disi: amor a lo bestia”, tiene más aires de telemovie que de largometraje destinado a la pantalla grande propiamente dicha. Narra el fallido golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, que comenzó con la toma del Congreso de los Diputados y terminó con la liberación de los parlamentarios, poniendo por unas horas en grave riesgo la democracia española.

Nos encontramos aquí con una telemovie para salas de cine que cuenta los hechos de una forma correcta y desde los focos adecuados desde los que se vivió la situación (el Congreso, la Zarzuela y los distintos emplazamientos de los generales involucrados en el golpe), aunque se echa en falta una participación más activa de “la calle” en los acontecimientos que les marcará históricamente para bien o para mal. Se hubiera agradecido una mención más expresa a la gente de todos los puntos del país, que tuvieron la obligación de preguntarse si querían seguir con lo que tenían ganado o romper con ello. La narración es acertada y rigurosa en cuanto los hechos, pero echo en falta una tensión narrativa propia del thriller político que intentan construir; aunque informativo (la mayoría de los diálogos están documentados por tradición oral), a mi parecer no crea un arco argumentativo que pueda interesar a un espectador que no conozca los hechos como el ciudadano español medio. El film se mueve también peligrosamente entre el drama más arraigado a la situación en la que se ven involucrados los participantes, con unos tintes derivados de la comedia más valleinclanesca dado el surrealismo y de la imposibilidad de la situación que se estaba dando en esos momentos en el Congreso de los Diputados. Este peligroso equilibrio hace que la película no se defina correctamente y no logre esa tensión que enganche al espectador durante los 110 minutos de metraje. Sí logran por otro lado acercar a estos personajes a la cara más real y humana, alejándose de la visión más épica y retratándonos ante todo a personas con unas motivaciones, justificadas o no, para lo que están haciendo.

El gran acierto de la película es sin duda el reparto, un ejercicio de buena elección y que recrean a personajes reales y relativamente cercanos con una sobriedad y eficiencia en muchos casos excelente. En este caso tenemos sobre todo a tres actores que se comen la pantalla recreando sus papeles. Por un lado tenemos a un inmenso Fernando Cayo en la piel del rey Juan Carlos, dibujando perfectamente el arco del personaje que va desde la perplejidad hasta el remonte que supone coger las riendas de la situación, adaptando los movimientos y la gestualidad de su majestad para luego eliminarlo y simplificarlo, quedando una esencia que hace que el espectador pueda reconstruir él mismo lo que falta, alejándose de la caricatura forzada. Mención especial merece también la increíble encarnación de Ginés García Millán de Adolfo Suárez, en un papel que ya ha interpretado anteriormente, y en el que podemos ver la viva imagen del ex presidente del Gobierno, con ese deje de soledad, frustración y valentía que demostró en los momentos clave del fallido golpe. El tercer puntal es sin duda Juan Diego, en una composición interpretativa de Alfonso Armada muy cuidada y creativa, recurriendo según sus palabras al Richard III de Shakespeare para crear un personaje tenso y manipulador, que va de puntillas, como viendo pasar de perfil lo que ocurre cuando realmente él mueve los hilos. Sin embargo tenemos otro arsenal de actores con papeles menores que también ayudan a formar este gran plantel interpretativo y dar cierto caché a este producto, entre los cuáles están Lluís Marco (Milans del Bosch), Mariano Venancio (Sabino Fernández Campos), Manolo Solo, Luis Zahera o Jesús Noguera. En el papel protagonista, recayendo mucha de la responsabilidad interpretativa, tenemos a Paco Tous, que dada su indudable vena cómica (y payasa) y el surrealismo de alguna de las secuencias en las que se ve involucrado Antonio Tejero se me queda un poco desangelado respecto a su acompañamiento, pero hay que mencionar que su interpretación física es más que correcta.

lunes, 2 de noviembre de 2009

CELDA 211

Existe el buen cine en España, y sobre todo el cine novedoso alejado de la comedia costumbrista o del relato histórico, y la película de Daniel Monzón es la viva prueba de ello. Tenemos ante nosotros un drama carcelario con tintes de thriller, donde un nuevo funcionario de prisiones va a visitar su nuevo lugar de trabajo y se ve envuelto en un motín inesperado, que pondrá a prueba lo que está dispuesto a hacer con tal de sobrevivir en esa pesadilla. El reparto está espléndido de principio a fin, pasando desde el breve papel de Marta Etura como esposa del protagonista a un inmenso Luis Tosar que se adueña de la pantalla con un ejercicio físico de interpretación impresionante; tenemos también a Antonio Resines por fin en una apuesta del director por darle un papel distinto al que nos tiene acostumbrados siempre, al que por un lado cuesta creernos un poco debido a su carrera cinematográfica tan lineal; y al protagonista, el novato Alberto Amnann, que cumple sin más en su papel. La ambientación está lograda y no se deja llevar por los estereotipos americanos en cuanto al comportamiento y la forma de moverse dentro de estas instituciones penitenciarias. Tiene pequeñas interjecciones cómicas bastante bien repartidos entre los personajes de la película pero nunca deja de tensar el hilo de suspense que mantiene al espectador pendiente de lo que está sucediendo y puede sucederle al personaje principal, situado casi desde el principio a un bombardeo de situaciones límite que marcarán el devenir de la historia. La película es casi en su mayoría fiel a la novela, lo que es un acierto ya que el guión, adaptado con mano derecha, es uno de los puntos fuertes de la película; a excepción del final de la película, en la que el director ha optado por salirse de las líneas establecidas por el escritor y dar un final más impactante, y para mí de acuerdo con la situación planteada, más real y más potente fílmicamente.

miércoles, 29 de octubre de 2008

CONCURSANTE

Rodrigo Cortés es uno de esos pocos directores nóveles españoles que te sorprenden, se arriesgan y te golpean visualmente en su debut en el largometraje. “Concursante” es una película muy viva, dinámica, el resultado de la creación de un entusiasta que tiene muy claro lo que quiere hacer y además tiene los medios para hacerlo. El resultado de este saber hacer se contagia a los actores, que están excepcionales: Leonardo Sbaraglia, que nunca ha sido de mi agrado, se come la pantalla tan cuidadosamente preparada para su protagonismo, la verborrea histriónicamente gestualizada del abogado (Luis Zahera) me hace sonreír y disfrutar en todos sus planos y algo más de agradecer, el personaje femenino aparece justo lo que tiene que aparecer y no se la hace vagar por el metraje con el simple pretexto de mantener la tensión sexual. Pero lo mejor de todo quizás sea su construcción: esos saltos en el tiempo acolchados por vaivenes estéticos que mezclan Super-8, blanco y negro, color, fotografía, pantalla fragmentada... El manejo de la cámara es siempre dinámico, en el que incluso las aparentes secuencias fijas tienen un leve bailoteo y el uso de los travelling hace muy elegante el cómputo general (véase los últimos planos de cada uno de los protagonistas). Mención a parte tiene la BSO, un conjunto de piezas excepcionales que tocan todos los palos musicales y que desprenden una última pista extraordinaria y muy emotiva. El argumento es casi lo de menos, pero su originalidad es otro punto a sumar en un panorama español en el que abundan los tópicos y géneros casi calcados. La trama narrativa en sí tiene como resultado la introducción del personaje interpretado por Chete Lera, que crea la duda de si cuando el protagonista interacciona con él es cuando entramos en un mundo de irrealidad o si realmente es cuando abandonamos ese mundo ficticio y falso que denuncia la película. Si algo negativo puedo destacar es que el argumento se acoplaría mejor el guión de un cortometraje y por ese mismo motivo, las últimas escenas (aunque elegantes) y alguna que otra más quizás solo sirvan para maquillar un metraje más estándar. Página en imdb de la película: http://www.imdb.com/title/tt0447907/

Entradas populares