Mostrando entradas con la etiqueta kenneth branagh. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta kenneth branagh. Mostrar todas las entradas

jueves, 30 de enero de 2014

JACK RYAN: OPERACIÓN SOMBRA



Jack Ryan (Chris Pine), veterano de guerra que lleva una doble vida como ejecutivo de Wall Street y agente analista de la CIA, es reclutado por su habilidad para interpretar datos globales y desenmascarar un complot meticulosamente planeado para hundir la economía norteamericana y sembrar el caos en todo el mundo, convirtiéndose así en el único hombre capaz de impedirlo.

La película está basada en la novela de Tom Clancy, y dirigida por el también actor Kenneth Branagh, sin aportar nada nuevo especialmente llamativo al género, pero intentando redefinir un poco el contexto en el que se sitúan este tipo de historias de espías. Tenemos por tanto en pantalla un intento de nuevo James Bond, bañado con unos toques de Jack Bauer y actualizado a un contexto contemporáneo donde los delitos son más informáticos que físicos a nivel de asesinatos y otras operaciones criminales. La narración, en este aspecto, introduce el elemento cibernético con pericia, sin hacerlo muy farragoso, como puede suceder por ejemplo en la reciente “El lobo de Wall Street”, en que hay elementos que se escapan al control de mentes no familiarizadas con este tipo de transacciones –aunque esta segunda película tiene muchos otros valores que quedan obvios en su visualización-.

Chris Pine (“Star Treck”) conforma a mí entender un digno protagonista, joven que da el tipo para trabajar en las oficinas de Manhattan pero con un físico que le permite tener posibilidades reales en una lucha cuerpo a cuerpo para salvar su vida. El resto del reparto lo conforman nombres como el de Kenneth Branagh, que como se ha dicho también dirige, alejándose de películas shakesperianas más asociadas a su estilo, la “expirata del Caribe” Keira Knightley intentando librarse del estereotipo de mujer florero y que solo entra en juego cuando la utilizan para dañar al héroe en este tipo de películas –con éxito moderado-, y Kevin Costner como la suerte de mentor formativo del protagonista del film. Mi puntuación: 6 sobre 10. “Jack Ryan” se estrena este próximo viernes 31 de enero en las salas de toda España.

martes, 21 de febrero de 2012

MI SEMANA CON MARILYN


Año 1956. La joven actriz Marilyn Monroe (Michelle Williams) llega a Inglaterra para protagonizar con Sir Laurence Olivier (Kenneth Branagh) la película "El príncipe y la corista". Colin Clark (Eddie Redmayne), un joven de veintitrés años con buenos contactos, consigue un trabajo como ayudante de producción y es testigo del choque de egos y la tensa relación entre Olivier y Marilyn durante el rodaje.

La composición del icono estadounidense por parte del director Simon Curtis es obligatoriamente fragmentada, pero a mi parecer de un enfoque acertado. La historia se cuenta con el punto de vista peculiar que se muestra a través de un joven ayudante de dirección, una opción muy particular y que exige la traslación de una historia del imaginario popular a la gran pantalla. El contar la historia desde la visión de la diva habría sido una empresa mucho más arriesgada y tormentosa, además de probablemente injusta con la protagonista; aunque por esto mismo no habrá quién tilde al director de pecar de conformista por la elección. Sin embargo, hay hechos que muestran por sí mismos la valía del trabajo de Curtis. La narración logra mostrar varios prismas de la personalidad de Marylin: pasando por su versión pública como torrente erótico y sexual, pero sobretodo en su versión privada y personal, donde se revela como una mujer insegura, atormentada, temerosa de no estar a la altura de lo que ha creado su alter ego, y casi rayando el perfil de mujer border line. Gran parte del trabajo está claramente en el guion; pero la parte definitiva para este buen juego de prismas es el trabajo de la actriz Michelle Williams, que hace una gran labor de introspección regalándonos esta parte más emocional e irregular de la mujer que da nombre al título. A pesar de que Michelle no tiene el magnetismo y la luminosidad del icono de los 50, sí logra recrear con mucho mérito sus miedos, y mostrarnos a una mujer que lucha entre sus distintas versiones, y que no tiene muy claro qué es lo que la gente espera de ella ni lo que ella misma espera de sí misma.

La acompañan en el reparto una mezcla de afamadas y emergentes figuras del cine británico. Por un lado el joven y casi desconocido Eddie Redmayne que da vida al joven aprendiz que se enamorará locamente de Marilyn pero que a la vez supondrá el único apoyo que tendrá la actriz en su aventura cinematográfica. Kenneth Branagh encarna al director y también actor de la película, haciendo un poco el papel de confrontación con el de Michelle Williams, ya que ve la dificultad de trabajar con la diva, pero por otro lado lo extraordinario del efecto que causa en el público. La actriz de la saga “Harry Potter” Emma Watson interpreta por otro lado a una joven sastre interesada en el personaje de Eddie Redmayne, que verá impotente como su flamante novio se prenda inevitablemente de Marylin. Para finalizar, la nota de mayor profesionalidad y saber hacer la pone Judi Dench, encarnando a una de las actrices de “El príncipe y la corista” que tendrá que soportar los retrasos y los caprichos de la diva, pero que actuará de forma maternal respecto a ella. Suma puntos el periodo elegido para reflejar la vida de la modelo y actriz. El que se escoja una película concreta, dónde sus inseguridades fueron tan marcadas incluso hasta el extremo de provocarle un aborto y una crisis, tiene también otro elemento positivo. Se crea así un cierto efecto de metacine, en el que la película muestra cómo se hace una película. Aquí se conjugan los códigos que todo cinéfilo conoce sobre este mundillo con el comportamiento conocido de Marilyn Monroe, logrando despertar la sonrisa pero también la empatía con la historia que toda película debe lograr. “Mi semana con Marilyn” se estrena este viernes 24 de febrero en las pantallas españolas.

martes, 26 de abril de 2011

THOR


El valiente y arrogante guerrero Thor, responsable de un conflicto bélico desobedeciendo las órdenes directas de su padre antes de ser proclamado rey, es desterrado por su éste del celestial reino de Asgard y condenado a vivir en la Tierra rodeado de seres humanos. Allí, se verá involucrado con un grupo de científicos que están investigando unos extraños sucesos electromagnéticos acaecidos recientemente.

Esta narración épica con una gran potencia visual del conocido héroe de cómic, avalada con unos más que notables efectos especiales, confluye con una trama más liviana en cuanto Thor es desterrado a la “Tierra”, pero sin embargo ninguna de las dos tramas pierde su posición en favor de la otra, sino que se desarrollan en paralelo con cierta fluidez constituyendo una historia en dos que el discurso narrativo logra cohesionar por medio de unos códigos sobre el honor, la amistad y la responsabilidad. La trama se centra en los  orígenes del mito, tal como ya hizo hace unos años Christopher Nolan con “Batman begins”, incidiendo en la difícil relación en el reino que mantienen el rey actual (Anthony Hopkins) con sus dos hijos (Thor y Loki), dónde los enemigos se pueden convertir tanto en eso como en aliados gracias a conflictos y relaciones turbulentas que llevan arrastrando gran tiempo atrás. Con un código cinematográfico y estereotipos cercanos a “El señor de los Anillos” y “Beowulf”, introduce al mito su versión más realista al arrojar al protagonista a tierra humana, en una herramienta ya utilizada en “Encantada: la historia de Giselle”, haciendo que el personaje y la historia se convierta en susceptible de la parodia. Y aunque no desvirtúa la trama fantástica y épica, sí que provoca que la película pierda cierta identidad y se quede algo desangelada, pero la gran potencia visual de los momentos de acción suple algo esta carencia.

En el terreno interpretativo tenemos al poco conocido Chris Hemosworth dando vida al guerrero Thor, mezclando por un lado su vena más “Lincoln Burrows” para interpretar a su parte de guerrero y una caracterización más propensa a la autoparodia a la que se presta cuando es despojado de sus poderes y baja a la Tierra. Acompañándole en su reino tenemos a sir Anthony Hopkins, en un personaje breve, pero con mucho empaque y necesario para la conformación del héroe, ya que ejerce como padre, mentor y destinador de la tarea y del proceso de cambio de éste. Entre la gente con la que tendrá que interactuar el héroe cuando baje a la tierra tenemos a Natalie Portman (en un papel bastante convencional que parece haberla servido de intermedio del despliegue en “Cisne negro” y “Amor y otras cosas imposibles”, aunque eso no quita para que gracias a su intervención la película se engrandezca en unos grados), Kat Dennings interpretando a la amiga un poco loca y entusiasta del personaje de Portman, y a Stellan Skarsgard como el escéptico científico un poco más mayor que sus colegas y que intentará por todos medios que impere la cordura.

Entradas populares