martes, 26 de abril de 2011

THOR


El valiente y arrogante guerrero Thor, responsable de un conflicto bélico desobedeciendo las órdenes directas de su padre antes de ser proclamado rey, es desterrado por su éste del celestial reino de Asgard y condenado a vivir en la Tierra rodeado de seres humanos. Allí, se verá involucrado con un grupo de científicos que están investigando unos extraños sucesos electromagnéticos acaecidos recientemente.

Esta narración épica con una gran potencia visual del conocido héroe de cómic, avalada con unos más que notables efectos especiales, confluye con una trama más liviana en cuanto Thor es desterrado a la “Tierra”, pero sin embargo ninguna de las dos tramas pierde su posición en favor de la otra, sino que se desarrollan en paralelo con cierta fluidez constituyendo una historia en dos que el discurso narrativo logra cohesionar por medio de unos códigos sobre el honor, la amistad y la responsabilidad. La trama se centra en los  orígenes del mito, tal como ya hizo hace unos años Christopher Nolan con “Batman begins”, incidiendo en la difícil relación en el reino que mantienen el rey actual (Anthony Hopkins) con sus dos hijos (Thor y Loki), dónde los enemigos se pueden convertir tanto en eso como en aliados gracias a conflictos y relaciones turbulentas que llevan arrastrando gran tiempo atrás. Con un código cinematográfico y estereotipos cercanos a “El señor de los Anillos” y “Beowulf”, introduce al mito su versión más realista al arrojar al protagonista a tierra humana, en una herramienta ya utilizada en “Encantada: la historia de Giselle”, haciendo que el personaje y la historia se convierta en susceptible de la parodia. Y aunque no desvirtúa la trama fantástica y épica, sí que provoca que la película pierda cierta identidad y se quede algo desangelada, pero la gran potencia visual de los momentos de acción suple algo esta carencia.

En el terreno interpretativo tenemos al poco conocido Chris Hemosworth dando vida al guerrero Thor, mezclando por un lado su vena más “Lincoln Burrows” para interpretar a su parte de guerrero y una caracterización más propensa a la autoparodia a la que se presta cuando es despojado de sus poderes y baja a la Tierra. Acompañándole en su reino tenemos a sir Anthony Hopkins, en un personaje breve, pero con mucho empaque y necesario para la conformación del héroe, ya que ejerce como padre, mentor y destinador de la tarea y del proceso de cambio de éste. Entre la gente con la que tendrá que interactuar el héroe cuando baje a la tierra tenemos a Natalie Portman (en un papel bastante convencional que parece haberla servido de intermedio del despliegue en “Cisne negro” y “Amor y otras cosas imposibles”, aunque eso no quita para que gracias a su intervención la película se engrandezca en unos grados), Kat Dennings interpretando a la amiga un poco loca y entusiasta del personaje de Portman, y a Stellan Skarsgard como el escéptico científico un poco más mayor que sus colegas y que intentará por todos medios que impere la cordura.

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