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jueves, 10 de septiembre de 2015

UNA SEMANA EN CÓRCEGA

Laurent (Vincent Cassel) y Antoine (François Cluzet) son dos cuaretones que pasan unas vacaciones en la casa familiar del segundo en Córcega, llevándose a sus respectivas hijas Marie (Alice Isaaz) y Louna (Lola le Lann) que rondan los dieciocho. Lo que parecían unos días de descanso se convierte en una situación mucho más complicada cuando Louna se enamora del amigo de su padre.

El parisino Jean-François Richet, que fuese responsable de la reciente versión “Asalto al Distrito 13” y parece estar más cómodo en el género de acción, afronta esta incursión en la comedia que resulta cuando menos sorprendente. Sin embargo logra sacar un divertido producto contando con unas localizaciones y un grupo de actores muy reducido, donde son básicamente las interpretaciones las que permiten dar vida a una idea tan sencilla. Contando con dos estrellas del cine francés y con dos jóvenes actrices emergentes, una de ellas incluso debutante, logra unas situaciones que no solo sostienen la película sino que son su gran fuerte. Aquí lo importante no es la narración y el trabajo en el ámbito visual, sino la libertad de los intérpretes para llevar a sus personajes hasta donde ellos quieran. Destaca especialmente Vincent Cassel, quien ya trabajase con este realizador en las dos entregas que adaptaron la vida del criminal Mesrine inéditas a día de hoy en nuestro país, su personaje tiene mucho en común con lo que es su vida actual, desde la edad hasta el hecho de estar divorciado y con hijos, como ese aspecto de que se le considere como uno de los hombres maduros pero atractivos del cine europeo.

El concepto de base de “Una semana en Córcega” coincide claramente con esa idea de la Lolita que hiciese mundialmente famoso el escritor Vladimir Nabokov, donde una adolescente que ni siquiera ha alcanzado la mayoría de edad intenta seducir a un hombre adulto que podría ser su padre. En este caso además ambos personajes que interpretan a los padres de la chicas tienen la misma edad y son los mejores amigos desde hace muchos años, encontrándose uno divorciado mientras que el otro pasa por el peor momento de su matrimonio y la resolución se presenta incierta. Las hijas están en esa edad de salir a todas horas y apenas pasan tiempo en casa durante las vacaciones, hasta que aparece ese interés amoroso y todo se descabala mientras unos son conscientes de lo que pasa y otros parecen estar ciegos ante cosas muy descaradas. La relación entre Louna y Marie se tensa cuando esta última se da cuenta de lo que está sucediendo y tras echárselo en cara a ambos implicados estos intentan escurrir el bulto. Mi puntuación: 6,5 sobre 10. “Una semana en Córcega” se estrena en los cines españoles el día 11 de septiembre.

Crítica de Sergio Cardete.

viernes, 14 de marzo de 2014

LA BELLA Y LA BESTIA


Nueva adaptación de la historia de "La bella y la bestia". En palabras de su director, "Aunque seré fiel a la narración de este inmortal cuento de hadas, manteniendo el tiempo y los personajes como en el original, sorprenderé al público creando un universo completamente nuevo jamás experimentado antes, con imágenes de una calidad sin precedentes."

Adaptación bastante común del cuento de "La bella y la bestia", visualmente entretenida pero sin un alma reinvindicativa o inspiradora que justifique esta nueva apuesta por una historia que todos conocemos. Cristopher Gans, el director de origen francés de la cinta, tiene buen pulso para crear el punto de tensión que se establece entre la presa y el apresador, entre la bella y la bestia, que luego girará sus tornas para volverse del contrario en cierto modo. Sin embargo, en este relato no está muy bien sembrado este cambio de emoción del personaje de Léa Seydoux respecto al de Vincent Cassel, ese dejar de temerle para empezar a amarle y sentir compasión hacia él, sino que parece producirse por artificios preconcebidos, ya que todo el mundo conoce el devenir de la historia, y el guionista no se ha preocupado en mostrarnos esta catársis, por lo que el relato se cae en picado. Por el contrario, sí está conseguido esa angustia de thriller -a pesar del entorno fantástico y animado en el que nos encontramos- del rehén obligado a permanecer en cautiverio contra su voluntad, por lo que al final la película solo triunfa como particular retrato de un síndrome de estocolmo de manual.

Los actores protagonistas elegidos por el director son por un lado el conocidísimo Vincent Cassel ("Cisne negro", "Ocean´s twelve "), uno de los grandes atractivos del producto para el gran público, y la ascendente Léa Seydoux ("La vida de Adéle"), que mantiene a duras penas ese punto de dulzura inocente que ni la permite revelarse del todo contra su captor y que luego la llevará progresivamente a apiadarse de esta criatura. Como curiosidad nos encontramos al español Eduardo Noriega en el papel de villano de la cinta, del que sale sorprendentemente bastante bien parado, ya que se mantiene en la línea de lo caraturizado pero sin llegar a la parodia, muy acorde con el tono mágico de cuento que se pretende dar a la historia. Este apartado estético, por tanto, es de lo poco que puede resultar innovador en esta vuelta al cuento, que nos vuelve a hablar tal vez de una sequía de ideas originales tanto en Hollywood como en el cine europeo. Mi puntuación: 5,5 sobre 10. "La bella y la bestia" se estrena hoy viernes en las salas españolas.

sábado, 19 de noviembre de 2011

UN MÉTODO PELIGROSO


Una poderosa historia de descubrimiento sexual e intelectual basada en acontecimientos reales a partir de la turbulenta relación entre el joven psiquiatra Carl Jung (Michael Fassbender), su mentor Sigmund Freud (Viggo Mortensen) y Sabina Spielrein (Keira Knightley). A este trío se añade Otto Gross (Vincent Cassel), un paciente libertino decidido a traspasar todos los límites.

La película se vertebra en la disparidad de pareceres entre los psiquiatras y filósofos principales: Carl Jung y Sigmund Freud. Cada diálogo entre ellos es una profunda incisión en el abismo de cada pensamiento, de cada punto de vista… una contraposición que se respira en cada sílaba y en cada frase de cada uno de los actores… todo esto ambientado en un contexto en que la Primera Guerra Mundial amenaza con explotar y con el elemento potenciador de la aparición de una mujer en la vida de ambos, Sabina Spielrein. La ambientación es sobria, fría, algo victoriana en cuanto a la recreación del momento. David Cronenberg hace aquí una película muy distinta de las que nos tiene acostumbradas, en cualquiera de sus versiones, y se atreve con un reto bastante importante, del que sale bastante bien parado. Se trata con bastante fidelidad los inicios del psicoanálisis, puesto todo en boca de Freud y Jung, pero también de Sabina e incluso Gross. El psicoanálisis es el elemento que se utilizará para contar el debate intelectual entre estas dos grandes figuras, que contrapondrán maneras de pensar, maneras de vivir, maneras de curar y maneras de verse a sí mismos. Los diálogos en ocasiones son brillantes, y a veces juegan un poco a la trampa de poner en boca de sus protagonistas frases que despiertan la complicidad, ya que nos encontramos en pleno siglo XXI.

El peso actoral recae sobre todo en Michael Fassbinder y en Viggo Mortensen, dando vida a los protagonistas esenciales de la historia, haciendo muy marcados elementos que conocemos popularmente de su forma de ser y de su vida (el que Mortensen lleve un puro en la boca durante toda la película es claro ejemplo de ello), y el trabajo de los dos es francamente correcto. El personaje de Keira Knightley es puro Cronneberg, una encarnación muy arriesgada, sobretodo en el tramo inicial de manifestación de su enfermedad: encontrándonos con una Sabina mezcla entre fortaleza, psicosis, agresividad y una tara muy cercana al instinto animal, que queda extrañamente y sugestivamente grabado en el rostro de la actriz. En la evolución de su personaje, la elección de Keira es perfecta, un equilibrio perfecto entre el carácter agresivo y el cóctel de traumas y deseos reprimidos, que será el catalizador de la disputa y del enfrentamiento intelectual e interior de los dos psicoanalistas. Se me queda un poco corta la intervención de Vincent Cassel como Otto Gross, pero es el perfecto dinamitador del inicio de cambio de pensamiento en Jung, verdadero núcleo y punto de giro que hace que la historia avance. Se estrena en las salas españolas este 25 de Noviembre.

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