La acción nos sitúa en los años 60, en el Estado de Mississippi. Skeeter (Emma Stone) es una joven de la sociedad sureña que regresa de la universidad decidida a convertirse en escritora, pero que revoluciona la vida de sus amigos -y la de su pequeña ciudad- cuando se propone entrevistar a las mujeres negras que han pasado su vida cuidando a importantes familias de la zona pero sufriendo discriminación racial, cuidando a niños blancos mientras permanecían alejados gran parte del tiempo de los suyos.
La película no es perfecta, tiene fisuras en las que apelan al sentimentalismo facilón y a un maniqueísmo un poco acentuado, situando algo esperpénticamente a Bryce Dallas Howard como la mala malísima casi a lo “Cruela de vil” liderando pacíficamente los ideales del Ku Kux Klan; sin embargo, el conjunto global deja una sensación enormemente positiva de haber un relato emotivo, que llega nuestro corazoncitos gracias entre otras cosas al espíritu de la novela que Tate Taylor consigue trasladar a imágenes, y sobre todo gracias a un excelente reparto femenino, casi por completo en estado de gracia. El ejemplo anteriormente nombrado nos basta para ejemplificarlo: A pesar de llevar un poco al extremo el personaje de Hilly (Bryce dallas Howard), para primero hacer que la odiemos y luego castigarla con dureza y en varias ocasiones, la actriz poco a poco afianzada en Hollywood (“La joven del agua” o “Spiderman 3”) realiza un trabajo con tantos matices que dota de una profundidad a un personaje por otro lado vilipendiado y obligado a ser odiado por la narración. Emma Stone nos vuelve a deleitar con una actuación que crea simpatía por todos los poros, sin embargo, pasa algo desapercibida en el cómputo general, ya que se ve sepultada por el derroche emocional de las grandes protagonistas del film: Viola Davis y Octavia Spencer, dando vida a sendas criadoras de raza negra, la primera con una intensidad dramática difícil de superar y la segunda con un despliegue gestual y una facilidad cómica muy palpable. Mención aparte merece la actriz Jessica Chastain (vista recientemente en la notable “Duda”), que sigue haciendo méritos para ser considerada la actriz emergente del momento, y que aquí nos regala a una mujer de alta sociedad con pocas luces, algo histriónica pero rebosante de vitalidad y carente de prejuicios, una perla.
Cierran el reparto de forma satisfactoria nombres como los de Chris Lowell (el “novio” de la protagonista), Sissy Spacek (como la indescriptible madre de Hilly), o Aunjanue Ellis (vista en la última temporada de “El mentalista”). Hay que nombrar también el gran acierto que supone la elección de la “niña” del film, las gemelas Eleanor Henry y Emma Henry, por la gran química que ejercen ambas actrices con su cuidadora, Viola Davis. Con una excelente y balsámica banda sonora, el film nos muestra una sucesión de planos sobrios y sin estridencias, que se centran en mostrar los sentimientos y el espíritu de las personas que pueblan la historia: no lo que pasa, sino lo que sienten. “Criadas y señoras” se estrena el próximo viernes 28 de octubre.
