Esta película se basa en una historia real: el robo de La
Gioconda del Museo del Louvre de París, en 1911, por el que fueron detenidos
Pablo Picasso y su amigo Guillaume Apollinaire como principales sospechosos.
Fernando Coloma crea aquí una historia peculiar, mezcla de
realidad y ficción, que me lleva inevitablemente a acordarme de la muy reciente
“Midnight in Paris” de Woody Allen. Pero que no haya lugar a duda, este es un
proyecto que el director en el que el director llevaba trabajando ocho años, y que ha culminado
con éxito en el 2012. He de decir que exceptuando a Bretón y al propio Picasso,
prácticamente desconocía las vidas y trayectorias del resto de artistas que
aparecen recreados en pantalla, como Apollinaire, Manolo Huguet o Max
Jacob. Sin embargo, es bastante sugerente la forma ligera y rayana a la comedia
que tiene Colomo de integrar los hechos y personajes reales con una trama
propia de la España más pícara, ya que al fin y al cabo el grupo que describe
aquí son una panda de gamberros que se buscan la vida como pueden para sobrevivir. Y este es precisamente el acierto de la película: el saber hacer
digerible una clase (por otro lado interesante) de la historia del arte y de
unos personajes a cada cual más particular, con una trama de robos basado en un
hecho real, y no aburrir al espectador en el intento.
La fotografía (cambiante del color al blanco y negro en
algunos momentos) y la recreación nos hace trasladarnos a una suerte de cómic
humorístico, como si fuera una tirada de un magazine que cuenta en forma de
dramedia las vidas de estos artistas. Respecto al reparto nos encontramos con
un buen Ignacio Mateos dando vida a un joven Pablo Picasso, en una etapa de su
vida en la que se intentan marcar las dudas del autor, los esfuerzos por
abrirse camino con un nuevo movimiento que rompía con todo lo anterior en un
París donde ni siquiera sabía manejarse correctamente con el idioma y todos le
atacaban por su transgresión. Stanley Weber da vida a un Bretón que se nos muestra
como un hombre atractivo y resultón, que hace de avanzadilla de Picasso para
dar a conocer su movimiento pictórico al mundo. Jordi Vilches, un conocido de
nuestro cine nacional, da vida al más disruptivo y dicharachero Manolo Huguet, otro
emigrante español que se intenta abrir paso en la Francia de principios de
siglo. Mi puntuación: 7 sobre 10. “La banda Picasso” se estrena este viernes 25
de enero en todas las salas de España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario