jueves, 9 de diciembre de 2010

RUMORES Y MENTIRAS

“Rumores y mentiras” maneja con soltura y originalidad los dos conceptos que conforman el título del film contextualizados en la vida que desarrollan los jóvenes en el Instituto. Este es un concepto que se ha tratado una y otra vez en las películas de este género: lo que supone el aparentar para ser aceptado y los límites a los que pueden llegar para conseguir un estatus que está basado en la imagen que tienen los demás de ellos. Sin embargo, esta idea se trata aquí de una forma gamberra, haciéndose dueña total de la trama, con un desenfado muy inteligente bañado por los personajes que secundan a la protagonista, aunque no faltan la serie de clichés que hacen de este producto algo un poco más común de lo que podía haber sido. Aun así, el aire independiente en especial de unos personajes rayanos a los de la comedia “Pequeña Miss Sunshine” supone un soplo de aire fresco para esta película. En cabeza de cartel tenemos a una Emma Stone muy desprendida y refrescante, que consigue la simpatía del espectador hacia su personaje de forma inmediata y continuada. A esto ayuda el cóctel de personajes que el guionista ha situado alrededor de ella. En primero lugar tenemos a la disfuncional, estrafalaria pero entrañable familia compuesta por un hijo adoptado, una madre en una adolescencia tardía y un padre comprensivo hasta límites que resultan cómicos. Los personajes que conforman su particular red de mentiras de la que ha hecho un negocio bastante rentable aunque en un equilibrio peligroso, también son ciertamente peculiares: desde un gay desesperado porque la gente crea lo contrario, hasta la mejor amiga llena de todos los prejuicios habidos y por haber, la presidenta del club de castidad, la orientadora del colegio con una forma poca ortodoxa de desenvolverse con el alumnado y algunos otros iconos más que cierran un fresco de personajes bastante interesantes. Además de una ya alabada Emma Stone, que apunta alto, y que con Zombieland y este film parece haberse ganado un lugar en la pantalla a base de buen hacer y encanto personal, tenemos a Lisa Kudrow en el papel de orientadora, el vampiro Cam Gigandet en el papel de novio de la presidenta del club de castidad, el gran Malcom McDowell como director del centro y un siempre resultón Stanley Tucci en un papel divertidísimo. A la trama de la protagonista, en que después de una mentira crea una red de rumores que la supondrán un cambio radical en la percepción social que tenían de ella y de la que luego toma ventaja al cobrar a sus compañeros de Instituto por difundir otra serie de rumores que les afectan a ellos de forma positiva, hay que unir la clásica historia de chico le gusta a chica que actuará como deseo potencial último de la protagonista y que ayuda a que haya un punto de inflexión en el comportamiento de ésta.

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