miércoles, 14 de noviembre de 2012

DEXTER 7X07: LAS QUÍMICAS EXPLOSIVAS


SPOILERS 7X07
El episodio siete de la serie retoma la historia con la tórrida relación que están teniendo Hannah (Yvonne Strahovski) y Dexter (Michael C.Hall) en la cama de plástico y metal que nuestro asesino había preparado tan cuidadosamente para su ejecución. Un momento realmente impactante y muy visual, ya que la escena de sexo tiene mucha más fuerza porque es la única real, con verdadera química y con verdaderos sentimientos pasionales (sean los que sean), que ha habido casi en toda la serie en manos de nuestro protagonista: puro desenfreno animal. A lo largo del capítulo, después de procesar todo lo que acaba de pasar, Dexter hace esta reflexión: “Hannah no es atraída a mi oscuridad como Lila, o es ciega a esa oscuridad como Rita, y no la necesita como Lumen. Ella acepta ambas partes de mí. El paquete entero”. Por fin parece haber encontrado lo que él puede considerar un alma gemela, un alguien que asuma lo que es sin ponerle condiciones, por lo que duda entre alejarse o abandonarse a la evidencia. Aquí encontramos un nuevo estadio en la redefinición del personaje de Dexter, que siempre ha sido el leitmotiv de la serie: hasta que punto puede tener sentimientos humanos. Una evolución que ha comenzó con el código que le dio su padre para matar, continuó por los sentimientos que fue capaz de construir hacia Rita y sus hijos, y ahora parece haber dado un paso enorme y quizás de ruptura: ¿Es Dexter es capaz de amar?

Sin embargo, todo este arco de transformación emocional da un giro de tuerca cuando al final del episodio, Debra (Jennifer Carpenter), después de haber repudiado lo que hace por activa y por pasiva desde que lo descubriera, es personalmente quien pide a su hermanastra de que se encargue de Hannah en busca de algo de justicia por la muerte de Sal Price (Santiago Cabrera). Debra se encuentra por tanto en una encrucijada, ya que su suerte de novio acaba de morir y ella sabe que en medio de todo está Hanna McKey y probablemente su hermanastro. Es curioso que el personaje del escritor haya estado en el ojo del huracán durante todo el episodio, poniéndose en el punto de mira de Dexter y Hannah, tomando una relevancia protagónica después de haber surgido a penas el capítulo anterior. Por ello, se ha relegado totalmente la trama de la familia Koshka, aunque dejándonos una perla impagable en forma de conversación entre Isaak (Ray Stevenson) y Dexter Morgan: el cruce de declaraciones ha sido emocionantemente tenso y con diálogos brillantes, augurándonos un duelo a muerte que comenzará en el próximo episodio y que relanzará la trama que comenzó con la muerte de Viktor.

Por otro lado, Laguerta (Lauren Vélez) parece haber llegado a un callejón muerto en la investigación del Asesino de la Bahía, pero parece haber encontrado algo sobre Dexter al final del capítulo: ¿Será una pista sólida que la pueda hacer dudar de su analista de sangre? Para acabar, hemos tenido un pequeño apunte en la relación entre Quinn (Desmond Harrington) y Batista (David Zayas), en el que este primero le está tratando de sobornar emocionalmente probablemente para que llegado el momento en que se descubra que él es el topo, quizás sea capaz de cubrirle. Quinn se ha dado cuenta de que todo no era tan fácil como pensaba y que está atado a la hermandad de los Koshka de por vida, ya que saben que le tienen bien cogido mientras la vida de Nadia dependa de ellos. ¿Cómo reaccionará Dexter ante la petición de Debra? ¿Descubrirán que Quinn es el topo de los Koshka? ¿Cómo sorteará Isaak la vigilancia policial en su empeño por asesinar a Dexter? ¿Continuará este la relación con Hannah hasta el final de sus consecuencias?

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