GRAND CENTRAL

Gary (Tahar Rahin) es un hombre sin preparación que busca trabajo en una central nuclear de la zona del Ródano. En la nueva comunidad en la que se introduce conocerá a Karole (Léa Seydoux), la pareja de uno de sus compañeros, con la que iniciará una relación a escondidas.

La realizadora francesa Rebecca Zlotowski, también a cargo del guión, nos presenta una historia sobre el enamoramiento más que sobre la infidelidad. En su segundo largometraje después de “Belle Épine” vuelve a contar con la actriz Léa Seydoux en el papel protagonista, en esta ocasión con un personaje que se expresa más por la mirada que con palabras siendo probablemente el papel de la película con menos líneas de diálogo pese a tener más peso que los demás. Esta interpretación de la francesa probablemente pasó bastante desapercibida teniendo en cuenta que en el mismo año coincidió con su participación en “La vida de Adèle” donde su entrega y transformación interpretativa demostró que puede llegar a ser una de las grandes actrices europeas. “Grand Central” supone la segunda participación de su directora en la sección Una Cierta Mirada del Festival de Cannes, donde el año 2013 recibió una mención especial por esta producción.

Francia es el segundo país con más centrales nucleares de todo el mundo y por lo tanto uno de los mayores productores y suministradores de energía eléctrica. Aquí se muestra el trabajo de los operarios de descontaminación de una de ellas desde dentro, con los riesgos que ello implica y las medidas necesarias para la prevención. En la historia los accidentes son frecuentes y aunque los personajes bromeen en torno a estos, conllevan problemas de salud graves. Uno de los detalles que remarca la película es que nadie vive junto a la planta más que los que allí trabajan, no existe siquiera una población próxima sino un camping que aloja a los trabajadores en un entorno alejado de los grandes núcleos. Hay toda una serie de protocolos de seguridad que por mucho que se apliquen no evitan los imprevistos y la contaminación de los obreros, el protagonista sufre una exposición que le mantiene bajo seguimiento por si se pasa de los límites permitidos que podría implicar retirarle cautelarmente de su puesto. Desde el guión se aprecia una amplia documentación respecto a todos estos aspectos de peligrosidad, pero sin embargo hay una cuestión que no debería ser válida a partir de que un personaje sabe que está embarazada y sigue desempeñando su función cuando debería retirársela inmediatamente y que continuase en ese puesto estaría totalmente prohibido. Mi valoración: 5 sobre 10. “Gran Central” aún no tiene fecha de estreno en España.

Crítica de Sergio Cardete.