martes, 11 de noviembre de 2014

MATAR AL MENSAJERO


Gary Webb (Jeremy Renner) es un periodista en horas bajas que escribe para una publicación local. Cuando llega a sus manos una prueba de que el gobierno está implicado en el tráfico de narcóticos y la financiación de regímenes tercermundistas su vida cambiará por completo, tanto para lo bueno como para lo malo.

Michael Cuesta, un director más centrado en el medio televisivo que en el cinematográfico, firma esta adaptación del caso real que salpicó la imagen del gobierno estadounidense a mediados de los años 90. La película parte del libro del propio Gary Webb “Dark Alliance” y de la novela de Nick Schou “Kill the Messenger”. Todo el tramo inicial de la cinta es muy interesante y va en ascenso, en paralelo a la experiencia que vivió el redactor al publicar sus investigaciones consideradas la mayor revelación de su año y llegando a lograr el Premio Pulitzer. Jeremy Renner se encuentra muy cómodo en este papel de un hombre medio que gracias al esfuerzo y con una pizca de suerte consiguiendo una pista fiable logró desenmascarar al gobierno americano probando que financiaron a la guerrilla nicaragüense y fomentaron el contrabando de droga en la ciudad de Los Ángeles una década antes. Desfilan por el film toda una serie de secundarios de categoría que aportan su grano de arena a un entorno salpicado por la corrupción y la manipulación de los medios, nos encontramos con actores de la talla de Robert Patrick, Barry Pepper, Mary Elizabeth Winstead, Andy Garcia, Michael Sheen, Oliver Platt y Ray Liotta.

Esta historia centrada en el pasado negro de Estados Unidos, que desde un punto de vista oficial se esforzaron tanto en ocultar, resulta muy interesante y bastante desconocida. A partir de los datos que se publicaron en el periódico San Jose Mercury News por la red se fomentó el uso de esta tecnología para la prensa escrita dotando de mayor difusión al escándalo. Durante el año 1996 el gobierno negó tajantemente su implicación en las actividades que se denunciaban y desde sus servicios de inteligencia desautorizaron a Gary Webb logrando que su medio retirase la noticia pidiendo disculpas por falta de una fuente fidedigna. Pero sin embargo a finales del mandato de Bill Clinton y en pleno apogeo del caso Monica Lewinsky, la CIA publicó un comunicado admitiendo sus tratos con los rebeldes de Nicaragua durante la presidencia de Ronald Reagan comprando y distribuyendo cocaína en suelo estadounidense para promover la caída del régimen al que acusaban de comunista. La película cuenta con imágenes de archivo de la época en las que podemos ver a toda una serie de miembros de la política muy reconocibles y sobre los que carga la responsabilidad del auge del tráfico y consumo de droga dentro de la comunidad afroamericana en los 80. Mi puntuación: 6,5 sobre 10. “Matar al mensajero” llega a las salas españolas este viernes 14 de noviembre.

Crítica de Sergio Cardete.

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