miércoles, 26 de marzo de 2014

2 FRANCOS, 40 PESETAS



1974. Han pasado seis años desde que Martín (Carlos Iglesias) y su familia regresaron de Suiza y rehicieron su vida en Madrid, aunque nunca olvidaron el idílico país en el que consiguieron salir a flote. Su hijo Pablo (Adrián Expósito) pertenece a una generación que representa el cambio y la destrucción de las barreras ideológicas que marcaron la vida de sus padres. Será él quien arrastrará a toda la familia de vuelta a Suiza, lo que le permitirá conocer otras formas de vida y descubrir lo mucho que le queda por aprender.

Carlos Iglesias apuesta esta vez por tirarse a la piscina poco profunda de la comedia para seguirnos contando cosas sobre los personajes que le supusieron su nominación al goya como director novel con “1 franco, 14 pesetas”. Parecía un caramelo para el director retomar esta historia sobre unos emigrantes españoles a Suiza, que ahora vuelve a estar en la palestra debido a nuestra precaria situación patria -tanto a nivel económico como social-, lo que hace dar una nueva dimensión a esta cinta que habla de la inmigración y los emigrantes. Con la excusa del inminente bautizo del niño del personaje interpretado por Javier Gutiérrez, los personajes que ya conocíamos vuelven a la Suiza que abandonaron, pero esta vez bajo una doble vertiente narrativa: lo hacen tanto los adultos, como Pablo junto a un amigo, ambos rayando la mayoría de edad; cada foco tendrá su particular periplo en un tono distinto.

Uno de los grandes cambios de esta continuación es una mayor coralidad en cuanto al reparto de actores, mediante la cual se gana en frescura para la comedia pero hace perder intensidad en cuanto a la identificación del espectador, para mí una de las grandes claves del éxito de la primera parte. En este variopinto conjunto de nombres, además de repetir prácticamente el cast entero de la primera parte, se ven también incluidos algunos como los de Luisber Santiago ("Atasco en la nacional"), Adrián Expósito, Roberto Álvarez ("Ana y los siete"), Tina Sáinz ("Mis adorables vecinos") o Lolita, en un particular cameo. En “2 francos, 40 pesetas” algunos estereotipos se repiten sin mucha audacia y a otros se  les intenta dar un giro de tuerca apostando más por la nostalgia que por el ingenio puro y duro. Mi puntuación: 6 sobre 10. “2 francos, 40 pesetas” se estrena este viernes 28 de marzo en las salas españolas.

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