viernes, 25 de octubre de 2013

ENTREVISTA A SANTIAGO TABERNERO

Santiago Tabernero, después de la interesante y premiada “Vida y color” estrena en el festival de la Seminci su nueva película: “Presentimientos”. Un thriller emocional en el que una pareja se tiene que enfrentar a la irrupción de lo cotidiano en sus vidas, donde los sueños realizados y los no realizados juegan un papel fundamental en la historia. Por ello, aprovechamos para entrevistar al director después del pase de prensa de su película en dicho festival.

En tus propias palabras, ¿cómo definirías la película “Presentimientos”?
Lo definiría como un thriller romántico sobre las relaciones de pareja, sobre el amor, sobre el amor después del amor, sobre qué sucede después del flechazo cuando entra lo cotidiano y lo rutinario en la vida de pareja, cuando de repente ella se queda embarazada y la casa se llena de pañales y olor a cacas… (Risas) Y como sobrevivir el amor en esas circunstancias. Entonces la película yo creo que es una metáfora amplia sobre el amor, contado con una estructura de thriller de suspense, porque ante todo es un alambicado o relato, con distintos planos de narración, con saltos temporales hacia adelante y hacia atrás, y todo ello para contar la vida de Félix y Julia.
El guion está coescrito por Eduardo Noriega y por ti mismo. ¿En qué momento se involucró Eduardo y cómo fue el proceso de creación?
Eduardo Noriega y yo somos muy amigos desde hace mucho tiempo, yo que tenía ganas de trabajar con Eduardo, de escribir juntos algo porque él como actor en todos sus proyectos su planteamiento y su punto de vista era muy guionístico, y le decía “Eduardo, tenemos que escribir algún día juntos un guion”. Cuando leí la novela “Presentimientos” de Clara Sánchez pensé que era el momento. Ha sido una experiencia de trabajo compartido maravillosa. Yo he aprendido mucho porque él desde su punto de vista de actor se enfrenta a los personajes y a su evolución de una forma muy particular, y yo vengo del guion o del relato más tradicional y juntos creo que hemos conseguido traducir a guion cinematográfico una novela muy compleja como la de Clara Sánchez.
¿Qué te aportaba Marta Etura para que te decidieras por ella como protagonista de tu historia?
Marta Etura es una de las actrices que más admiro del cine español. Me encanta como actriz, y me encanta su actitud ante sus personajes y ante su profesión. Es una chica muy valiente, muy exigente y la he seguido toda su trayectoria. Recuerdo que un año antes de rodar la película fuimos a verla al Festival de Teatro Romano de Mérida dónde hacía una función, y me parece que es una actriz de método, muy estudiosa y trabajadora. Y con el personaje de Julia yo creo que hace un trabajo descomunal. Curiosamente, a pesar de que todos coincidimos en que Marta es una gran actriz, creo que nunca había tenido un personaje protagonista de esta magnitud, siempre había hecho personajes más de reparto. Entonces ella también creo que era consciente de esta oportunidad, se enamoró del personaje de Julia, y le ha entregado un buen trozo de su vida. Vino al rodaje con una preparación muy exhaustiva del personaje y creo que a la vista está el resultado.
Como guionista y director de la cinta, ¿tenías algún miedo en introducirte en el mundo de los sueños, tan problemático y difuso a veces de cara a la comprensión de la historia por parte del espectador?
Para mí era uno de los grandes retos del proyecto. No quería hacer un mundo onírico claramente surrealista. Yo creo que para que el espectador sienta inquietud por el personaje de Julia tiene que creer que ella está en una tarea de supervivencia, aunque sea en su coma. Y realmente ella, que no sabe que está dormida, pelea por su pura supervivencia: no tiene dinero, tiene hambre, no tiene documentación, está buscando a su marido y a su hijo… entonces, para que el espectador pudiera entender eso, emocionarse, y desear que le vaya bien a Julia teníamos que ser muy cautos con qué grado de onirismo le dábamos al relato de Julia.
En ese tratamiento del mundo onírico, ¿se lleva entonces más allá respecto a la novela de Clara Sánchez o se contiene más para crear la sensación de realidad?
Yo creo que hemos mantenido el espíritu de la novela. En la novela también la trama de Julia es una peripecia fundamentalmente de supervivencia. Queríamos por una parte que el sueño tuviera elementos poderosos porque nos parecía que era una apuesta muy bonita, y también tengo que decir que me gusta David Lynch y Stanley Kubrick, y en ese sentido la película también es una playlist de mis directores favoritos y un homenaje a ellos (Risas). Quería jugar con lo onírico con mucha prudencia, pero a la vez con ciertas libertades.
¿En qué momento del proyecto se decidió que “Russian Red” formara parte intradiegética del relato y no fuera exclusivamente quién ponía la banda sonora a la película?
A mí la música me gusta casi más que el cine. Adoro la música moderna y me gusta mucho “Russian Red”. Y siempre quise que “Memory is cruel” fuera el tema principal de la película. Es el tema que ella va escuchando en el coche en la primera secuencia cuando va adormilada, es el tema del amante, es el tema que suena al final en la última secuencia de regreso a Madrid… Y cuando le pasé el guion, para que nos dejara usar “Memory is cruel” nos caímos muy bien, simpatizamos, y dijimos: “Vamos a dar un pasito más allá. ¿Te apetece hacer un cameo en la película, te apetece ser la recepcionista del hotel donde trabaja Julia y que Julia en su coma te haya situado en la discoteca de `La Felicidad´? Eres la cantante de guardia, eres la cantante de La Felicidad”. Y a ella le encantó, y de repente hizo una versión exprofeso para la película de “Bámbola”, que me parece una preciosidad. Así que estoy muy contento en este ámbito.
¿En qué aspectos crees que has evolucionado desde tu anterior película, “Vida y color”?
Desde que hice “Vida y color” hasta ahora sobretodo he estado en televisión, he hecho un montón de proyectos muy variados, y he aprendido mucho, ha sido una experiencia apasionante, muy feliz y a la vez muy dolorosa: ha habido días que me quería suicidar y otros que me salían alas en la espalda (Risas). He aprendido que no pueden pasar otros ocho años para dirigir la tercera película, que como decía Orson Welles, hacer cine es el scalextric gigante más increíble que se le puede poner delante a un niño, y yo soy un niño.
¿Algún proyecto a la vista que se pueda convertir en esa tercera película?
La verdad es que sí. Tengo un proyecto, un thriller sobre la identidad: un hombre que descubre que al otro lado del mundo hay alguien exactamente igual que él, o sea, un doble. Se titula “Memorias de una sombra” y espero rodarlo en dos o tres años.

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