martes, 18 de octubre de 2011

SEXTA TEMPORADA DE "DEXTER"


Showtime nos vuelve a deleitar emitiendo una nueva temporada (y ya van seis) del asesino en serie más peculiar y querido de la TV mundial. Después de una algo decepcionante quinta temporada, los guionistas han sabido redirigir bien el espíritu de la serie y del personaje, para revitalizar ligeramente la ficción. No un cambio radical, pero sí sustancial.

El primer capítulo que se emitió ya hace unas semanas arranca con la mayoría de los personajes en el punto en el que estaban. Nos encontramos con la excepción Quinn, que parece querer proponerle matrimonio a Deb y se encuentra más nervioso y esquivo de lo normal, aunque realmente se nos revela como una especie de McGuffin que torna en la ruptura de ambos personajes, para culminar en el nombramiento de Deb como teniente un capítulo después. Por otro lado, el inicio de esta temporada nos devuelve al mejor Dexter, sacando la parte cómica que surge de su incapacidad de socializar, pero a lo que se ve obligado para mantener su tapadera y poder desarrollar su trabajo sin temor a ser atrapado. Los momentos en los que Dexter se deja llevar, formando parte de la patética pantomima que es la reunión de exgraduados de su Instituto, son impagables. Y a ello contribuye, en gran medida, el gran trabajo que sigue desempeñando Michael C.Hall.

La necesidad de buscar un colegio para Harrison y la aparición en su vida de un reverente con pasado criminal, sirven como pretexto para sacar el tema de la religiosidad en Dexter y en la serie, aspecto que parece que estará presente en toda la temporada, tal como avecinaban los trailers que la cadena ha exhibía ya allá por verano. Sin embargo, esto no quiere decir que se vaya explotar más el tema de la paternidad, sino que se usa como excusa para tratar determinados temas, tal como ocurrió en la anterior, y parece que Cody y Astor estarán bastante ausentes también en estas nuevas entregas. Después de tratar el tema de la amistad y de la familia, bajo el prisma de alguien que está vacío de todo sentimiento, se han decantado esta temporada por el tema de la espiritualidad, de la creencia, desde el punto de vista de alguien que solo cree en una serie de procedimientos para no meterse en problemas. Dexter, parece buscar incansablemente un aspecto de su vida que pueda hacer cambiar su naturaleza psicopática (la amistad, la paternidad, el trabajo…) y esta vez hará un intento por algo por lo que nadie ni él mismo apostaban: la fe. Por ello, Dexter cada vez tiene más frentes abiertos (su labor de padre, de protectora de su hermana, su relación con el exconvicto reconvertido en pastor, su trabajo de analista de sangre, y sus escapaditas puntuales para acabar con asesinos en serie esporádicos), pero esto no va en detrimento del resto de personajes, que siguen teniendo la misma importancia que en temporadas anteriores (tal vez con la excepción de María Laguerta). Un personaje que ha sufrido un incremento en sus apariciones ha sido el de Masuka, al haberle asociado una rubia y despampanante ayudante que parece ocultar algo. Este primero nos da momentos de humor socarrón que también se complementan con el humor más negro y refinado de nuestro asesino en serie favorito.

La nueva investigación de los asesinatos en serie de la temporada con los que tendrán que lidiar tanto Dexter como el Departamento de Homicidios parece estar compuesto de dos asesinos, o de dos psicópatas mejor dicho. Uno es el elemento dominante, un hombre de unos 60 años que parece ser el guía espiritual del segundo, que se somete a sus órdenes, y que está interpretado por Colin Hanks, el elemento inseguro y más voluble de la pareja. Este segundo mata a hombres de formas cada cual más peculiar (sacándole los intestinos para luego rellenarlos con huevos de serpiente en un caso, o cosiendo su cabeza a un títere y montándolo a un caballo en el segundo caso). Estos asesinatos tienen una vinculación religiosa que alimenta la psicosis de estos individuos, creyéndose algo así como enviados de Dios que tienen que purgar los pecados de las víctimas. Algo original e impactante que veremos cómo se desarrolla. Además, estos primeros capítulos están llenos de pequeñas perlitas: ya sea en forma de reflexiones de Dexter como las que tiene cuando encuentra a otro monstruo como él en el final de su vida; en la de elementos nuevos como un marcador de football como lugar de asesinato, el impactante descubrimiento de un cadáver en la escena final del tercera capítulo, o pequeños momentos como el ya citado pequeño baile en la reunión de ex alumnos.

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