jueves, 25 de noviembre de 2010

LA RED SOCIAL

Con la estructura de la película “Rashomon” en la que con maestría se cuenta una misma historia desde distintos puntos de vista, intentando mantener la legitimidad e importancia de cada uno, David Fincher realiza un fresco relacional sobre todas las partes que conformaron la creación de la red social Facebook y que acabaron en juicio por la demanda de los socios de Mark Zucherberg. Juega su baza partiendo del desarrollo que llevó el juicio y las declaraciones de ambas partes, introduciendo flashbacks para mostrarnos la historia de su creación. David Fincher, y su guionista Aaron Shorkin, consiguen un relato apasionante de una historia en la que a priori se ve harto difícil tal empresa. Los diálogos son ágiles y aunque a veces pueden llegar a parecer pedantes son absolutamente necesarios para conformar la personalidad, las debilidades y los miedos de cada uno de los personajes más relevantes del film. La elección del protagonista del film es todo un acierto: Jesse Eisenberg se enfunda totalmente el traje de creador de Facebook, interpretando a una persona reservada, con profundos miedos sobre su vida social, cínico, increíblemente brillante y frío en sus relaciones. Me sorprende también en buen grado el buen trabajo que realiza Justin Timberlacke dando vida a Sean Parker, el hombre que parece crear una brecha entre Mark y su mejor amigo, iniciando un pequeño cambio en los planes de la empresa y que llevará al olvido de Eduardo (Andrew Garfield) como cofundador de Facebook. Esta película, debido a las motivaciones de la creación de esta red social, ahonda en el mundo de las fraternidades, de los grupos elitistas de las Universidades y en definitiva, de las redes sociales que se establecen entre los jóvenes y dónde la apariencia lo es todo. Si no pareces no eres nada. Se agradece que alguien trate este tema no desde el punto de vista desenfadado y gamberro de la saga “American Pie” y compañía, sino con algo más de profundidad y puesto en la visión de un personaje tan apasionante como al que da vida Jesse Eisenberg. A esto hay que añadirle un plus de tintes románticos: en la película se da a entender, que el desencadenante por excelencia de que este precoz billonario se pusiera a crear dicha página fue el despecho, que descarga una serie de emociones y persigue a Mark durante todo el recorrido del film. Así pues, ya tenemos una excelente película para disfrutar durante dos horas.

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