EL AMERICANO

George Clooney, reclamo absoluto de esta película a nivel comercial (que no artístico), interpreta en esta cinta a un asesino a sueldo que se ve obligado a esconderse en una pequeñita ciudad italiana, dónde le será encargado un sencillo trabajo mientras espera a que todo se calme, y en dónde conocerá a un par de mujeres que harán tambalear todo lo había supuesto su vida hasta el momento.

Si nos esperábamos encontrar por parte del director (Anton Corbijn) la manera de hacer de las producciones de Jason Bourne, con escenas trepidantes de acción y persecuciones excelentemente ejecutadas, en seguida nos damos cuenta de que esta no es nuestra película. Nada más lejos de la realidad. Nos encontramos de principio a fin ante una obra pausada, de reflexión, dónde nuestro protagonista, empujado por las circunstancias, llega a un punto en el que se replantea la vida que ha llevado, lo que eso le ha supuesto, la que puede llevar y por supuesto, las consecuencias que acarrearía tomar determinadas decisiones para cambiarla.

El paisaje italiano se entiende como elemento esencial de la trama, formando parte activa del relato. La narración es pausada, muy cercana al reposo y el sosiego de los films japoneses de género jidai-geki o alguna película italiana de los 70 como podría ser “Muerte en Venecia”. No hay casi diálogos en la película, por lo que como se ha dicho, el paisaje se hace harto importante, basando casi todo el recurso dramático en las miradas, las expresiones, las reflexiones… George Clooney hace un excelente papel al añadir al típico” kiss kiss bang bang” que ya había interpretado durante toda su carrera, un elemento de interiorización emocional del que sale realmente victorioso. Sin embargo la trama no consigue enganchar, se trata básicamente de disfrutar su estética y su atmósfera, no su historia ni sus personajes. Todo el film está bañado por el argumento central que es la vida que lleva este asesino a sueldo, sin embargo, y de manera coyuntural, también se deja caer cierto despliegue dialogado sobre el oficio del sacerdocio y el controvertido asunto del voto de castidad.