miércoles, 29 de octubre de 2008

CONCURSANTE

Rodrigo Cortés es uno de esos pocos directores nóveles españoles que te sorprenden, se arriesgan y te golpean visualmente en su debut en el largometraje. “Concursante” es una película muy viva, dinámica, el resultado de la creación de un entusiasta que tiene muy claro lo que quiere hacer y además tiene los medios para hacerlo. El resultado de este saber hacer se contagia a los actores, que están excepcionales: Leonardo Sbaraglia, que nunca ha sido de mi agrado, se come la pantalla tan cuidadosamente preparada para su protagonismo, la verborrea histriónicamente gestualizada del abogado (Luis Zahera) me hace sonreír y disfrutar en todos sus planos y algo más de agradecer, el personaje femenino aparece justo lo que tiene que aparecer y no se la hace vagar por el metraje con el simple pretexto de mantener la tensión sexual. Pero lo mejor de todo quizás sea su construcción: esos saltos en el tiempo acolchados por vaivenes estéticos que mezclan Super-8, blanco y negro, color, fotografía, pantalla fragmentada... El manejo de la cámara es siempre dinámico, en el que incluso las aparentes secuencias fijas tienen un leve bailoteo y el uso de los travelling hace muy elegante el cómputo general (véase los últimos planos de cada uno de los protagonistas). Mención a parte tiene la BSO, un conjunto de piezas excepcionales que tocan todos los palos musicales y que desprenden una última pista extraordinaria y muy emotiva. El argumento es casi lo de menos, pero su originalidad es otro punto a sumar en un panorama español en el que abundan los tópicos y géneros casi calcados. La trama narrativa en sí tiene como resultado la introducción del personaje interpretado por Chete Lera, que crea la duda de si cuando el protagonista interacciona con él es cuando entramos en un mundo de irrealidad o si realmente es cuando abandonamos ese mundo ficticio y falso que denuncia la película. Si algo negativo puedo destacar es que el argumento se acoplaría mejor el guión de un cortometraje y por ese mismo motivo, las últimas escenas (aunque elegantes) y alguna que otra más quizás solo sirvan para maquillar un metraje más estándar. Página en imdb de la película: http://www.imdb.com/title/tt0447907/

martes, 14 de octubre de 2008

PRISON BREAK

Después de este, aproximadamente, primer tercio de temporada se puede decir que la serie se ha reinventado por completo, algo que llevaba demandando desde la pasada temporada y que los productores parecían tener miedo de ejecutar. Esta visión radicalmente nueva de concebir la serie le ha dado nuevos aires al producto, a consta eso sí de varias elipsis tramposas y cogidas por los pelos como la fuga de T-Bag, Bellick y Sucre de la prisión de Sona (que hasta hace dos días era inexpugnable) o la 'resurrección' de Sarah sin una nimia explicación. Una víctima más de todo esto ha sido el personaje de Whistler (Chris Vance) del que poco se ha profundizado y fulminado en los primeros compases. Éste último ha dado el testigo a dos personajes carismáticos como son el agente Don Self (una grata sorpresa, ya que hasta ahora 'buenos y malos', defensores de la ley y violadores integrales o coyunturales de ésta, siempre habían tenido un marcado lado oscuro, y éste se nos presenta como alguien muy puro y casi cómico que se tiene que hacer cargo de una gran responsabilidad y unos riesgos enormes) y el asesino en serie Waytt (un personaje potente del que casi nada se sabe y que cada vez que aparece nada bueno parece augurar a nuestros protagonistas). La trama aún habiendo renovado completamente la serie se asemeja más a la segunda temporada (nunca podrá llegar al nivel de la primera, algo que a veces se vuelve en su contra y las audiencias parecen refrendarlo) y aunque ya estamos al tanto de las cualidades intelectuales de Scofield hay lugar para la sorpresa aunque de forma más comedida y fraccional. Ésto es, teniendo como referencia esta primera temporada en la que la misión era de aspecto global (escapar de Fox River), ésta se nos presenta como una sucesión de hazañas en las que las dificultades que se les presentan en su contra llegan en algunos casos al nivel de supuesta insalvabilidad de la primera campaña. Otro punto a favor en el desarrollo de la narración es ver otra vez a casi todos los protagonistas involucrados en una misma trama y que tendrán que aprender a convivir como ocurría en la excepcional 1ª temporada, un recurso de contraposición-interacción de personalidades que se había perdido en las dos anteriores. En torno a los personajes hay que resaltar la parca definición con la que se ha encasillado a alguno de los protagonistas como el informático (el graciosillo que está obligado y de vuelta), Scofield (el que tiene siempre la idea correcta en la ejecución del plan), Lincoln (el bruto, el brazo ejecutor), Sucre (el leal) o Bellick (el eternamente dudoso). Establecer por encima de todos el personaje de Mahone (William Fichtner), sin duda el más completo y que está adquiriendo una dimensión de protagonismo bien merecido por medio de sus características ya conocidas como personaje de la trama involucrado por la extorsión sobre su familia y por otro lado un ahondamiento en su lado más humano que resulta inusitadamente creible gracias a una excelente interpretación. Caso a parte es el de T-Bag (Robert Knepper). un personaje a la altura del anterior, muy bien dibujado y cariñosamente odiable, pero que desde la segunda mitad de la 2ª temporada parece no tener un sitio claro en el argumento global y los guionistas parecen hacer malabarismos para mentenerle de alguna forma en lo alto del reparto. Otro acierto me parece la exclusión completa del hijo de Lincoln (Marshall Allman), ya que ha dado todo lo que podía dar de sí y volver a incluirle supondría tener que volver a redundar en su ciclo narrativo (secuestro/situación de peligro), aún con el añadido de haberse llevado con él al personaje de Sofía Lugo.

Entradas populares