jueves, 30 de abril de 2015

QUÉ EXTRAÑO LLAMARSE FEDERICO

Un repaso a toda la vida del que probablemente haya sido el director de cine italiano más reconocido de todos los tiempos. A la par que un gran homenaje a Federico Fellini por parte de uno de sus discípulos y amigos.

El veterano director Ettore Scola hace todo un recorrido por lo que fuera la trayectoria de su compañero de profesión a lo largo de “Qué extraño llamarse Federico”, que a la vez le sirve para rememorar momentos de su propia vida mientras colaboraban en su juventud. Rodando por completo esta película en el que fuera el estudio donde trabajaba el mítico realizador italiano, Cinecittà, y recurriendo a técnicas clásicas de ambientación y producción propias de sus primeros años de trabajo, lo único que choca en la puesta en escena es el uso del formato digital para llevar a cabo el rodaje. Para la etapa en que se conocieron ambos directores, pero antes de su salto al cine, Scola toma para el casting a dos de sus nietos para interpretar a los jóvenes directores. Así mismo, recurre a una gran cantidad de material de archivo tanto con cortes de las películas del homenajeado como con entrevistas, declaraciones o situaciones sacadas de sus rodajes y que a día de hoy conformarían parte de un making of pero quedaron olvidadas tras tanto tiempo.

Federico Fellini ganó cuatro veces el Oscar a la mejor película extranjera por sus trabajos con “La Strada”, “Las noches de Caribia”, “Fellini 8 1/2” y “Amarcord”, además de recibir este galardón de manera honorífica al final de su vida. Comenzó colaborando como ilustrador e historietista en la revista de humor Marco Aurelio, donde conocería a Scola años más tarde al unirse este a la publicación. Desde estas historias ya venía marcándose su estética, que trasladaría al cine años después para desarrollar una amplia y exitosa carrera como uno de los grandes autores del cine europeo. Ejerciendo tanto de guionista como de director llegó a acuñarse el término felliniano para referirse a su estilo tan característico con inspiración en los sueños y en su vida en el campo durante la infancia. En esta travesía a lo largo de su trayectoria nos presenta a un hombre que vivía solo por las historias, que era capaz de pasarse las noches dando vueltas por Roma recogiendo gente en su coche solo con tal de oír sus historias. Tan apasionado era que podía verse atrapado por todas estas narraciones de la gente de a pie para complementar sus narraciones más tarde. Mi puntuación: 5 sobre 10. “Qué extraño llamarse Federico” se estrena en salas el próximo día 30 de abril.

Crítica de Sergio Cardete.

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