lunes, 25 de agosto de 2014

EN UN PATIO DE PARÍS

Antoine (Gustave Kervern) es un hombre desencantado con la vida que lo deja todo para acabar trabajando como portero en una extravagante comunidad de vecinos. La presidenta del inmueble, Mathilde (Catherine Deneuve) está obsesionada con que el edificio se va a venir abajo de un momento a otro y se dedica a atemorizar al vecindario.

El director tunecino Pierre Salvadori, que también colabora en el guión, relata esta historia sobre el desapego con las cosas y la crisis de la edad con un tono de comedia. El desarrollo casi completo de la cinta se da dentro del edificio, pasando por la portería, el patio y las casas de los vecinos. De esta manera llega a crearse un microuniverso que no parece nada realista, cuestión que se nota aún más desde los efectos de iluminación hasta el aspecto tan descaradamente de plató que se percibe en este espacio. El espectro de los coetáneos pasa por un arquitecto obsesivo, un vendedor de bicicletas drogadicto, un ciego que odia a todo el mundo, un guardia de seguridad sin techo que se mete de okupa, una fanática de las conspiraciones históricas, y un hombre de negocios que parece ser el único que se percata de la locura que impregna el ambiente. Todos ellos alterarán la nueva vida de Antoine, que todo lo que quería era dejar las responsabilidades y estar tranquilamente en un puesto poco exigente.

A través de los dos protagonistas se puede apreciar el alejamiento respecto al mundo real mediante el desencanto o la ensoñación. Antoine recurre a las drogas para olvidarse de toda su vida anterior que abandonó sin previo aviso y sobreponerse así también al insomnio que sufre, esta conducta le supondrá problemas con varios vecinos que le delegan multitud de tareas sin preocuparse de su estado. Mientras que Mathilde sufre una obsesión tan exacerbada tras ver una grieta en su casa que le llevará a hacer algunas acciones muy cuestionables, en las que también algunos charlatanes le seguirán la corriente para aprovecharse de sus imaginaciones. El deterioro mental de ambos, ya sea debido al consumo de drogas como a la vejez respectivamente, es lo que les llevará a un final nefasto sin conseguir ninguno de los dos lo que pretendían. La película toma un tono mucho más sombrío y decadente en su tercio final cuando ambos se dan cuenta de que no están actuando de una manera coherente. Mi puntuación: 4,5 sobre 10."En un patio de París" se estrenó este pasado viernes 22 de agosto en las salas españolas.

Crítica de Sergio Cardete.

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