martes, 8 de julio de 2014

EL ABUELO QUE SALTÓ POR LA VENTANA Y SE LARGÓ

Allan (Robert Gustafsson) es un gran aficionado a la dinamita y a hacer explotar todo tipo de cosas que pueda tener a mano. Cuando llega el día de su centésimo cumpleaños, se niega a celebrar la fiesta y huye del asilo en el que reside. Es un anciano con ganas de revivir sus antiguas aventuras que le llegan de casualidad como le ha pasado a lo largo de toda su vida. Se topará por accidente con una maleta llena de dinero de narcotraficantes, que no dudarán en perseguirle a lo largo de extrañas coincidencias que le depara el camino.

El actor sueco Felix Herngern dirige “El abuelo que saltó por la ventana y se largó”, una adaptación de la novela homónima de éxito internacional. La película nos muestra una gran dosis de recuerdos del pasado de Allan, que ha vivido una vida colmada de momentos históricos en los que fue partícipe de manera circunstancial pero significativa. Teniendo en cuenta que es un hombre con un siglo de vida, su experiencia alcanza desde los acontecimientos circundantes a la Guerra Civil Española, la construcción del Empire State Building, la Segunda Guerra Mundial, el desarrollo del Proyecto Manhattan, el contraespionaje propio de la Guerra Fría, la caída del Muro de Berlín y la reconversión de Rusia. La narración plantea que sencillamente es una persona normal que se encontraba en el momento exacto y el lugar exacto de algunos de los eventos históricos más importantes del s. XX. La caracterización del protagonista según envejece está bastante lograda, donde un actor de 50 años aparenta con facilidad tener veintipocos hasta una edad muy avanzada de al menos ochenta y muchos.

Esta comedia que roza el absurdo en la mayor parte del metraje sirve para defender que cada uno es tan joven como se sienta y que si se buscan aventuras se pueden llegar a encontrar en los lugares menos sospechados. La actitud del personaje hacia la vida le ha proporcionado toda una serie de anécdotas de las que muchas veces es el en parte responsable que le harán mantenerse activo pese a sus años. La recreación histórica de la cinta es tan paródica que aunque focalice personalidades y fechas remarcables no es posible tomarlas con seriedad. En el último periplo de Allan se juntará con unos pobres fracasados que ven la oportunidad de su vida si se reparten el dinero del narcotráfico, lo que no saben es que toda la estructura del cártel internacional se esforzará en detenerlos a toda costa dando lugar a situaciones demenciales de enredo donde hasta un elefante pasará a ocupar parte de la cuadrilla a la fuga. “El abuelo que saltó por la ventana y se largó” se estrena este viernes 11 de julio en las salas españolas. Mi puntuación: 6 sobre 10.

Crítica de Sergio Cardete.

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