miércoles, 5 de diciembre de 2012

DAMISELAS EN APUROS



Un grupo de universitarias obsesionadas con la moda se hacen amigas de una chica a la que enseñan su equivocada forma de ayudar a la gente. Cuando a la muchacha le sale un pretendiente, el grupo desconfía de sus intenciones.

Un trío de amigas busca, durante los primeros días del nuevo curso, a una novata para enseñarle el noble oficio de evitar los suicidios estudiantiles en una universidad católica de élite. Este es el pretendido argumento de este film, que ya nos indica que no nos encontramos ante una pieza común. Encontramos aquí un curioso ejercicio dramático de humor descontextualizado, de personajes descontextualizados y de choque narrativo: el de unos personajes que pertenecen a su época, pero de una forma antinatural. Se da una situación de extrañeza en el espectador mayoritario al situar arquetipos y comportamientos de una sociedad podríamos decirlo de la época victoriana en un contexto contemporáneo, concretamente en el de las fraternidades universitarias y un grupo de amigas post-adolescentes. Por esto, a veces patina en su humor tan llevado al extremo, se lleva al absurdo desde la contención actoral, como por ejemplo en un personaje central lleno de matices (no se si todos buenos), de hipocresías conscientes y de las que se siente orgullosa, de teorías alocadas, antiguas y denostadas; y en el otro extremo (el masculino) también tenemos un personaje al que se le hace idiota de una forma tan sencilla y tan atroz que provoca o más bien la carcajada o la repulsión.

Y es que esto trata de ser una especie de sátira dramática sobre los adolescentes de hoy en día, poniendo en evidencia lo erróneo de sus posturas y de su idiosincrasia en ambos polos, tanto los que forman parte de una hermandad como los que se creen por encima de estos y crean una especie de élite intelectual. En otros términos, también se trata de una revisión propia del director de la lucha de sexos, donde los hombres se presentan casi como cavernícolas y las mujeres como arpías manipuladoras e inconscientes. Tenemos a mi entender, eso sí, una gran protagonista interpretada por la desconocida Greta Gerwig, cuyas hipocresías y contradicciones se tratan de una forma tan liviana y cínica que hacen de ella un curioso caso de protagonista. Alrededor de ella, se sitúa un círculo de amigos que funcionan como secundarias haciendo el coro alternativamente (como si fuera una especie de corifeo moderno del argumento que intenta defender la película) y de la que forman parte las actrices Analeigh Tipton, Megalyn Echikunwoke y Carrie MacLemore. El factor masculino del film corre a cargo de un gran Adam Brody (el Seth de la mítica serie para adolescentes “The OC”), que dinamitará las relaciones entre el grupo de amigas y sus propias creencias. Mi puntuación: 6 sobre 10. “Damiselas en apuros” se estrena hoy en las salas españolas.

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