sábado, 27 de octubre de 2012

VULNERABLES


Carla, diseñadora de éxito en Madrid, decide tener su primer hijo como madre soltera. Tras un parto prematuro y debido a la delicada salud de su hija recién nacida, se ve obligada a marcharse con ella a un ambiente más limpio, trasladándose a una vieja finca familiar, en un austero ambiente manchego. Una vez allí, tendrá que enfrentarse a sus fantasmas del pasado, e incluso a algo mucho más amenazante e inesperado que la llevará a una situación límite, más allá de lo imaginable…

Este es el argumento de una película de terror algo fallida. En mi opinión, lo más grave es un guion bastante insípido, con diálogos bastante manidos y sacados del guion del común director de cine de terror. Pero además hay errores de novato: en la parte que se desarrolla en la ciudad, las interpretaciones y la forma de grabación recuerda al del típico cortometraje de un joven que se adentra en el mundo de la realización. Esto cambia en el momento en que entramos en el paisaje manchego, donde la narración se reduce básicamente a tres personajes: Carla, Marcial, y el hijo de este. Esto es lo mejor del film, unas interpretaciones muy válidas que intentan sacar algo de partido a un guion bastante vacío y llano, que intenta ir de forma progresiva consiguiendo algunos momentos reales de inquietud gracias a un sorprendente Álvaro Daguerre, el joven debutante de esta producción, que empieza con poco tino (las caras de “oculto algo terrible y tú no deberías haber venido aquí” del principio dan un poco de repelús) pero que poco a poco va cogiendo el pulso a su papel de niño diabólico, incluso provocando verdadero terror en algún momento.

Sin embargo, el cómputo general está bastante vacío de contenido, sustentándose en el ABC de la creación de películas de terror de esta década, que siempre tienen como protagonistas o bien una mansión/casa encantada, o un niño/niña que da bastante mala espina. No hay nada esencialmente original en esta historia. Intenté vislumbrar ciertas dosis de esta novedad en el espejo que podía suponer para la protagonista, que acaba de ser madre, el conocer a la pareja compuesta por los personajes interpretados por Joaquín Perles y Álvaro Daguerre, sembrando de miedos su personalidad al dudar de su capacidad para criar a su hija. Sin embargo, los tiros en ningún momento van para ahí, y se entra en un contexto psicológico en el que se nos muestra de forma poco interesante el extraño comportamiento del crío, ya que el trastorno bipolar no es algo que nos pille de sorpresa en los tiempos que corren. Cuando este conflicto se torna en una trama más cercana a lo sobrenatural, sí tenemos ciertos momentos de puro terror, pero la poca lógica de desaprovechar algo más real hace que la película oscile en aguas desconocidas. A esto hay que añadirle el excesivo subrayado de los momentos de tensión y dramáticos a través de la música, que son tremendamente efectistas y ayudan una vez más a dejar esta sensación de cortometraje de novato. Mi puntuación: 4 sobre 10. “Vulnerables” se estrena este 31 de octubre.

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