lunes, 29 de octubre de 2012

SKYFALL


La lealtad del mejor agente de los servicios británicos, James Bond (Daniel Craig), hacia su superiora M (Judi Dench) se verá seriamente puesta a prueba cuando el pasado de ella vuelve para atormentarla. El MI6 sufre un ataque, y 007 debe localizar y destruir la amenaza, liderada por el villano Silva (Javier Bardem), y en la que contará con la ayuda de la agente Eve (Naomie Harris).

La película de Sam Mendes es un producto sobrio, narrado desde el conocimiento de la saga de James Bond, que intenta dar una nueva dimensión que nunca había tenido, una introspección más psicológica del personaje, algo que había puesto de moda la saga de Jason Bourne y que parecía que algunos críticos echaban en falta en Bond. Se intenta hacer hincapié en áreas más oscuras de la psique humana, en palabras del director, reintroduciendo al personaje en este viaje personal. Daniel Craig vuelve a estar espléndido desde su gélido rostro para dar vida a nuestro agente secreto, esta vez en un punto al que suelen llegar la mayoría de las sagas de acción: La venganza. Este es el origen de partida que parece resultar del prólogo de la película, donde vemos a un Bond abatido por un propio compañero a órdenes de su superiora, y aparentemente muerto. En este punto, James Bond tiene que recuperar su esencia de espía, y además elegir entre vengarse o reinventarse a su manera para seguir haciendo lo único que sabe hacer. Aquí, esta reinvención que surge al intentar salir de los bajos fondos, viene tratado de un cierto humor que contrapone lo nuevo con la forma de hacer las cosas de siempre. Nos encontramos con una trama muy potente al principio y sobretodo al final, pero con un gran estómago central donde a veces se pierde un poco el interés, sobretodo con la aparición de un malo postizo que lo único que hace es ser el telonero del archienemigo real, el interpretado por Javier Bardem. Sin embargo, esta planitud de las tramas en las películas de acción, a veces es perdonable dependiendo de otros aciertos del film.

Y es que Javier Bardem hace un trabajo realmente bueno, interpretando al villano de esta nueva entrega: Al principio, nos choca mucho ver a la figura española con melena rubia y con un gran cambio físico, pero su interpretación dota por primera vez de sentimientos a un villano de la saga Bond, e incluso en ciertos momentos, me recuerda al Joker de Heath Ledger (en las escenas en que le vemos disfrazado de policía) en su encarnación tan histriónica pero a la vez con matices reales y distintivos. Y es que uno de los puntos fuertes del film son las interpretaciones: A la siempre solvente y esta vez más relevante Judi Dench, se le une el gran Ralph Fiennes encarnando al jefe que sustituirá a esta en la Agencia, y Albert Finney interpretando al particular “Alfred” de Bond en el último tramo de película. Algo en lo que no acierta el film es a la hora de proponer a la femme que acompañará a Bond en su viaje, ya que se queda a mitad tanto en el acercamiento de la chica florero del villano (Bérénice Marlohe), como en la relación de tira y afloja con su compañera de trabajo (Naomie Harris). En el apartado de realización, tenemos grandes escenas espectaculares de acción, que no dejarán indiferente a nadie y harán el deleite de los amantes del cine acción. A nota curiosa, encontramos el tema de la cantante Adele sonorizando los créditos de inicio, que seguro que llamará la atención a conocidos y extraños. Mi puntuación: 6,7 sobre 10.

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