domingo, 12 de febrero de 2012

CUENTA ATRÁS


Todo marcha bien para Samuel Pierret (Gilles Lellouche) y su esposa Nadia (Elena Anaya): él pronto será enfermero, y ella está esperando su primer hijo. Pero todo cambia cuando Nadia es secuestrada bajo la mirada impotente de su marido. Samuel se verá envuelto en una trama de intriga, corrupción y lucha desesperada por recuperar a su mujer.

Esta agradable y sorprendente pieza de acción alterna equilibradas dosis de persecuciones, revelaciones y giros de guion. Con la arquetípica premisa del personaje que se ve envuelto en una intriga de acción que le supera porque no debería estar involucrada en ella, nos relata el periplo de un hombre por salvar a su mujer secuestrada. La historia se hace muy verosímil a través de las acciones y de los diálogos, pero sin renunciar a la espectacularidad innata que siempre tiene el género de acción, bañada en este caso con tintes de thriller. Lo cuenta además de una forma concisa, y en ningún momento se va por las ramas ni se toma licencias, sino que tiene muy claro lo que tiene que contar y qué es lo que más dinamismo le va a dar a la historia. No da tregua al espectador, va a lo importante y eso para la narración es pura adrenalina. Se establece una extraña relación entre amenazado y objetivo de los secuestradores, extrañamente similar al de una película reciente, “El invitado” (con Ryan Reynolds y Denzel Washington como sus homólogos), en el que objetivos y necesidades convergen haciendo que la alianza necesaria entre estos dos personajes penda continuamente de un hilo, y a la vez, esté continuamente virando de un lado a otra de la balanza.

Salvo algunos fallos de raccord bastante evidentes en escenas en las que la sangre entra en juego, la realización de la película es bastante solvente, y aunque no tiene increíbles escenas de acción, la narración y la pericia con la que cuentan la historia se bastan por sí misma. El reparto está bastante naturalizado: El ser una película francesa y con nombres no excesivamente conocidos da una especie de verosimilitud y credibilidad muy bien conseguida, supongo que por una gran labor de casting, en los que sobretodo los policías parecen sacados de la mismísima realidad y puestos directamente en la pantalla. Se agradece el rostro angelical de Elena Anaya en el reparto, y el que se hagan eco del origen hispano de la actriz; hubiera quedado muy raro el que la hubieran hecho pasar por una francesa de pura cepa. Así pues, con “Cuenta atrás” tenemos probablemente uno de los mejores y más notables thriller de acción de lo que será este año, y que salvando las distancias, se podría considerar una mezcla entre “Infiltrados” y “El invitado” con bajo presupuesto y aroma francés.

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