lunes, 5 de diciembre de 2011

ENTREVISTA A ALBERTO AMARILLA

Entrevistamos a Alberto Amarilla con motivo del inminente estreno de la película “Fuga de cerebros 2”, en la que el actor vuelve a interpretar a “Chuli”, un invidente entrañable que ayudará al pequeño de los Carbajosa a enamorar a la mujer de su vida y tendrá su propio reto personal en la película.

¿De qué trata para ti “Fuga de cerebros 2”? ¿Qué plus aporta respecto a la primera entrega?
Para mí trata de un grupo de chicos que son unos antihéroes: un ciego, un chico en una silla de ruedas, un gitano, un homosexual… y otro chico que realmente es un discapacitado emocional (risas)… realmente son un grupo de “outsiders”, de perdedores… que los han sacado con esa  cosa políticamente correcta, pero estos, que son muy auténticos dicen: “¿Por qué no? ¿Porque nosotros no podemos ganar? ¿Por qué si mi amigo está enamorado de esta chica no puede conseguirla?, aunque se vaya a Harvard… Todos a una”. Lo que pasa es que como son cómo son van perdiendo, pierden y vuelven a perder, pero claro, la gente se mea de risa porque todo el mundo ha perdido alguna vez, y por eso creo que sientes empatía por los personajes.
¿En qué punto nos encontramos a tu personaje, “El Chuli”?
En la otra película tenía un punto digamos más rebelde, que producía más comedia; y en esta entrega él hace un poco el contrapunto de la película, de alguien que empieza siendo pescadero… porque él es tan contrafóbico que sí le dicen que un ciego no puede ser pescadero pues él tiene que ser pescadero. Y entra en Harvard como profesor de zoología. Le entra un poco el rollo de la vanidad y se empieza a separar del grupo de amigos… Además, se enamora de una mujer, que sus amigos se ríen de ella pero él no, porque el amor es ciego (risas). Así como en la primera era el pegamento entre los amigos, en esta de pronto es el elemento discordante.
Haciendo un ejercicio de imaginación. ¿Te imaginas como hubiese sido el futuro de la relación de “El Chuli” con el personaje ciego de la primera película que interpretaba Blanca Suárez?
Me he imaginado alguna vez la vida de “El Chuli” con “La Voz Angelical” (risas)… con Blanca Suárez. ¿Cómo me les imagino? Me les imagino felices. Lo que pasa es que yo creo que a “El Chuli” todavía le faltaba reconocer muchas cosas, de sus limitaciones, unas limitaciones que curiosamente le convierten en un ser absolutamente ilimitado, porque sabes que este tío es capaz de hacer cualquier cosa (risas)… un antihéroe tremendamente tierno, pero qué no deja de ser un antihéroe… por lo que probablemente se acabaría terminando la historia.
¿Qué preparación previa has sufrido para interpretar en las dos entregas a un personaje invidente?
Fundamentalmente estuve trabajando en la Once con Marina, una chica que es profesora allí, y después también con muchos chicos invidentes, sobretodo de la selección de fútbol para ciegos, que son maravillosos, y tienen mucho ese punto de mi personaje, rescatan mucho ese espíritu en plan “me da igual, me tiro al barro, juego al fútbol aunque me caiga o pegue una leche a un compañero, me da igual”. Al fin y al cabo mi personaje es un ciego congénito, que quiere decir que es un ciego que no ha visto nunca, no es como si tú o yo nos quedamos sin vista… por lo que toda su gestualidad es la de alguien que le han dicho “sonríe aquí, aquí haz esto”, y todo lo que ha aprendido no lo ha aprendido por imitación sino porque se lo han explicado, por lo que la expresión es diferente, y en eso me estuve fijando mucho.
¿Usas lentillas para tus escenas de la  película?
Para nada, toda la gestualidad de la vista es un entrenamiento. Es curioso que digas eso, porque hay mucha gente que lo piensa, pensaban que realmente había un chico ciego ahí.
¿Eres de los que piensa que es más dificil hacer reír que hacer llorar?
No. Creo que las dos cosas son difíciles hacerlas bien, y además lo creo a ciencia cierta. Ni creo que el cine sea más difícil o menos difícil que el teatro, ni que la comedia sea más o menos difícil que el drama. Hay actores que les va a costar menos una cosa que la otra, pero las dos cosas son difíciles siempre y cuando las hagas bien.
¿Cuáles son tus comedias imprescindibles?
Un montón. A mí me fascina “El gran dictador” de Chaplin, las obras de Buster Keaton, todas las de Ben Stiller, desde “Algo pasa con Mary”, a “Zoolander” y sobretodo “Tropic Thunder”...
Hablando ya de televisión. ¿Qué recuerdos te quedan de tu etapa en la serie de Antena 3 “Mis adorables vecinos”?
Son todos muy buenos. Fue una de las primeras cosas que hice, además yo ahí me tiré mucho al barro con el personaje con ese tono de comedia… Y recuerdo todo el trabajo con mis compañeros, con Nuria Gago que al final ha sido amiga, con Paz Padilla, con Juanjo Cucalón, con Miriam Díaz Aroca, con Francis Lorenzo… realmente muy buenos recuerdos todos.
¿Eras consciente desde el principio de la importancia de tu personaje en “Acusados” y del final que tenían reservado para él?
Sí, desde un principio supe el desarrollo que iba a tener. Al principio mi personaje era el gran tapado, ¿no? Y poco a poco se va descubriendo que es el asesino y acaba con ese final tan trágico… es un personaje que en los primeros capítulos tú piensas “bueno, ahí está”, pero a partir del capítulo siete u ocho aproximadamente ya empezaba a coger peso. Dije el “sí” a la serie también por eso, porque sabía que había unos últimos capítulos muy fuertes interpretativamente.
Participaste hace un par de años en el proyecto “Todo X 1 fin”, en el que cantabas junto a Bebe el tema “Es muy fácil”. ¿Qué supone para ti la música, una formación más como actor o más bien un hobby?
Forma parte del trabajo de actor completamente. En el cine todo es música, todo es ritmo. La comedia es todo ritmo (chasqueando los dedos), “tan, tán (hace una pausa) chás (hace otra pausa igual y luego se ríe imitando al público cuando ve un gag)…  pero incluso en el drama o la tragedia, si no haces el contra-ritmo bien la cosa no funciona… tienes que afinar mucho y por eso el canto es importante. Y obviamente, si tienes que cantar en una película o en un concierto como es el caso pues más todavía.
Para acabar la entrevista mirando al futuro: ¿Te imaginas una tercera película? ¿Una saga de cerebros a lo “American pie”?
Sí, de hecho estaba antes pensando que por qué no una prima de Carbajosa, ¿no? (risas). Estaría divertido una chica… Me lo imagino perfectamente, ¡por qué no!

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