lunes, 21 de noviembre de 2011

JANE EYRE


Jane Eyre huye de Thornfield House, donde trabaja como institutriz contratada por el acomodado Edward Rochester. La aislada e impresionante mansión, así como la frialdad del Sr. Rochester ponen a prueba la resistencia y fortaleza de la joven, educada en un orfanato. Pero al reflexionar sobre su pasado y recuperar su curiosidad natural, Jane regresará a Thornfield House y al terrible secreto que esconde el Sr. Rochester.

Es la historia de una mujer castigada por la vida desde la infancia, a la que el amor llama a sus puertas progresivamente, pero la coraza que se ha labrado por culpa de la carencia afectiva y de la estricta educación en su adolescencia, hace que rechace esa oportunidad que por fin se le abre para ser feliz. La película se sustenta básicamente en unas magistrales interpretaciones a cargo del reparto protagonista, que integra a jóvenes y emergentes talentos del panorama británico como Mia Wasikowska (“Alicia en el País de las Maravillas”), Michael Fassbender (“X-Men Origins”) y Jamie Bell (“Las aventuras de Tintín”), además de la oscarizada Judi Dench. La adaptación de la novela corre a cargo de Moira Buffini, que logra transmitir ese lenguaje poético manifestado sobre todo en unos diálogos a veces brillantes, y que pese a tener un lenguaje algo literario, logra cargar de emoción los sentimientos de los protagonistas. A una buena adaptación y recreación del contexto-ambiente, se le contrapone una narración densa, que probablemente funcione muy bien en el libro pero que aquí se traduce en cierto sopor en momentos concretos del relato.

Como intriga puramente dicha es vacua, es una sucesión de manifestaciones de sentimientos, una tragedia griega sin tragedia que logra interesar gracias al gran trabajo de los actores y de un apego notable al espíritu del libro; aunque le sigue faltando un plus de fuerza o intensidad que justifique su salto a la gran pantalla.  El juego temporal como mecanismo para contar la historia es bastante adecuado, y la iluminación está muy bien trabajada, libre de ataduras mecánicas o interpretativas, sino que funciona por y para ella misma, aunque siempre al servicio de las emociones y del relato. A nivel de reparto, sobresalen por encima de los demás dos de los protagonistas de la cinta. Mia Wasikowska, que da vida a la joven que da nombre a la película, en un personaje muy contenido y que transmite en los momentos en los que tiene que transmitir. Y Jamie Bell, que se defiende en el contexto de época perfectamente, gracias  a una aproximación muy plausible en la caracterización física, y a un derroche actoral austero complementado con ciertos matices que cargan a su personaje de actualidad. Tal y como lo hace el film. Mi puntuación: 6 sobre 10. "Jane Eyre" se estrena este viernes 25 de Noviembre.

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