domingo, 1 de mayo de 2011

NO LO LLAMES AMOR, LLÁMALO X


Tras casi veinte años de sequía creativa, el director de cine porno Pepe Fons se resiste al olvido y decide que le debe a su público una última película por todo lo alto, la primera superproduccióin porno sobre la guerra civil: “El alzamiento nacional”. Para ellos no dudará de nuevo en reunir de nuevo a sus actores fetiche, a los que se sumarán el sobrino de Pepe (que abandonó el pueblo creyendo que iba a rodar un drama histórico) y Lourdes, la hija no avispada de un estricto militar que sueña con convertirse en actriz. En ese entorno tan poco dado al romanticismo, vivirán las tres historias de amor más bonitas que puedan recordar.

Este es el punto de partida de la nueva película de los creadores de “Fuera de carta” y “Que se mueran los feos”. Una comedia con tintes románticos  ubicado en la industria del cine porno. Aunque en principio se anuncia como algo novedoso el tratar el tema del amor en esta profesión, podemos recordar bastantes series y películas que han coqueteado con el tema, y cuando intentamos salir de dudas sobre sí han logrado un enfoque nuevo sobre el asunto y de qué forma han podido sacarle partido, no podemos menos que valorar el resultado con el calificativo de que han fracasado en su objetivo. La película, que con un guión fresco y elaborado podía haber dado a situaciones bastantes esperpénticas y desenfadadas, se queda casi solamente en una sucesión de clichés y estereotipos, con personajes que hemos visto una y otra vez en las series españolas de la actualidad y que parecen meras caricaturas de éstas. El nivel de vinculación emocional con el espectador, a través del personaje de Pepe Fons pero también de otros que aspiran a lograr el amor de su objeto de deseo, está bastante trillado y  en el primero se ampara en tocar la fibra sensible del respetable por medio de los códigos de la compasión y de la necesidad de reconocimiento, cosa que consigue en algunas momentos concretos con meritorio acierto. De las tres relaciones que se plantean o se crean en el film, me quedaría tal vez con la que forman Julián López y Ana María Polvorosa, por las notables interpretaciones de estos dos, que con el primero en un estado de gracia y de éxito bastante especial, y la segunda en un ejercicio de candidez bastante contenido, hacen de este un mejor producto pero no logran por otro lado levantar la película.

La pareja formada por Paco León y Kira Miró es la que más llena de clichés se encuentra, y ninguna de sus interpretaciones quedarán para el olvido, Paco León pese a su indudable magia cómica no llega a hacerse con un personaje bastante lineal, y Kira Miró realiza el papel de mujer confusa y despechada por haber cedido su vida al sueño de su marido con corrección, pero sin ningún matiz reseñable. Mariano Peña hace buen trabajo en la piel del venido a menos director de cine porno, ayudado por otro lado de la colaboración casi siempre solvente de Javier Gutiérrez, que hacen un dúo de realizador y ayudante con unos códigos relacionales soterrados bastante de muy buenos mimbres y que podrían haber dado más juego del que da. Javier Mora interpreta por otro lado una versión paya y sobreactuada de su personaje de gitano en la serie “Ulises”, y Eduardo Gómez da de nuevo muestras de que es un actor totalmente limitado al papel de su vida, el de su persona misma, el que le ha dado éxito gracias a su forma natural de ser y a que le suelen dar las mejores frases, pero su dicción y su expresividad son bastante limitadas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas populares