500 DÍAS JUNTOS‏

Esta grata sorpresa en forma de comedia romántica, o más bien, comedia casi romántica se estructura en torno a los retazos de las vivencias en la relación de una joven pareja a lo largo de casi dos años, correctamente dispuestos a modo de juegos temporales que nos van trasladando con eficacia a una u otra situación. Aunque no es políticamente incorrecta, se sale del guión establecido a lo que nos tiene acostumbrados la comedia romántica y presenta una situación muy real y mundana que los americanos son tan propicios a edulcorar y a comercializarlo dándole un “happy ending”: chico se enamora de chica, y la chica no exactamente. Además del citado juego temporal introducen varias novedades a nivel de narración como el discurso paralelo entre las expectativas del protagonista y la verdadera situación que está viviendo en una de las escenas o algún que otro retazo de pseudodocumental para presentar la vida de los dos protagonistas hasta el presente. El protagonismo de la película corre a cargo de un solvente Joseph Gordon-Levitt y una de nuevo correcta Zooey Deschanel, después del batacazo interpretativo que supuso “El incidente”. Además se palpa una química especial que ya fueron capaces de expresar en la independiente “Maniac”. La banda sonora está muy acorde con el tipo de historia, muy similar a la de otra perla independiente del género que es “Garden State”, con temas muy conocidos y también otros que aportan gran ritmo al film. No es artificiosa ni se va por las ramas delegando parte de la trama en personajes secundarios, cuenta lo que quiere contar en todo momento. No hay grandes escenas, momentos míticos o secuencias memorables, pero la película tiene un espíritu que te llega al alma por la fibra sensible y que hace que recuerdes con gran gratitud esos noventa minutos pegados a la pantalla.