Narra la historia de Solomon Northup (Chiwetel Ejiofor), un
culto músico negro -y hombre libre- que vivía con su familia en Nueva York.
Tras compartir una copa con dos desconocidos, Solomon descubre que ha sido
drogado y secuestrado para ser vendido como esclavo en el Sur en una plantación
de Louisiana. Renunciando a abandonar la esperanza, Solomon contempla cómo
todos a su alrededor sucumben a la violencia, al abuso emocional y a la
desesperanza. Entonces decide correr riesgos increíbles y confiar en la gente
menos aparente para intentar recuperar su libertad.
Steve McQueen, después de provocarnos con su erótica “Shame”,
nos ofrece aquí un drama muy duro, de gran crudeza y de reflejo despiadado de
una situación muy prolongada en nuestra historia, basado en un caso real, que
los críticos ya se han apresurado a catalogar como una de las diez mejores
películas de 2013. La introducción del conflicto y el entorno del protagonista
es rápida y eficaz, dejando todo el resto del metraje para introducirnos en
esta espiral de frustración y de sin sentido de la que el espectador es testigo
de excepción, al ver como un hombre común es privado de su derecho más esencial
de un plumazo. En esta inmersión emocional, entiendo como un gran acierto el
seleccionar como protagonista a Chiwetel Ejiofor, desconocido para la mayoría
del gran público, haciendo que sea todavía más creíble que si se hubiera
apostado por algún afroamericano más conocido.
Los actores dan el do de pecho para hacer de esta una obra fuerte,
con carácter. Michael Fassbender, vuelve a contar con la complicidad del
director para interpretar a uno de los personajes más importantes del film,
haciendo de antagonista natural del personaje de Solomon. Nos encontramos
también con una participación menos intensa pero no menos importante para algunos
de los actores de moda de estos últimos años: Benedict Cumberbatch (“Sherlock”),
Sarah Paulson (“American Horror Story”), Paul Dano (“Pozos de ambición”), y también
para Brad Pitt, por otro lado uno de los productores de la cinta. El último
elemento a destacar es una banda sonora sencilla y en consonancia con el ritmo,
compuesta por el incombustible Hans Zimmer. Mi puntuación: 7,5 sobre 10. “12
años de esclavitud” se estrena el viernes 13 de diciembre en las salas de toda España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario