¿Cómo te llegó el proyecto de la película de “Por un
puñado de besos”?
Es una historia un poco rara. Yo me encontré un día que
había quedado en el “Pepe Botella” con Jan Cornet, que también está en la
película y es muy amigo mío. Él estaba tomándose un café con David Menkes,
justamente hablando de la peli, porque le iba a dar el guion. Entonces yo fui a
saludar a Jan y David me vio y me dijo: “que bien que te encuentro, porque Ana
(de Armas) me ha hablado de ti y quiero hablarte sobre la peli”. Y entonces,
bueno, un poco fue a raíz de Ana de Armas, pero ves, las casualidades a veces
te llevan a encontrarte estas cosas.
¿Cuál es el personaje que interpretas en la película?
Es que es un poco raro (Risas). Yo vivo con Sol, el
personaje que interpreta Ana de Armas, y la acompaño un poco por ese camino que
atraviesa en la película. (Piensa) Es que si te digo más cosas igual a lo mejor
estoy metiendo la pata… Si te digo una cosa clave ya te destripo la película.
¿Has leído la novela en la que está basada antes de empezar
rodar la película?
No, la novela no la he leído. Como has dicho tú, está basada
en una novela que se llama “Un poco de abril, algo de mayo, todo de septiembre”
de Jordi Sierra I Fabra.
Tengo entendido que el autor de la novela estuvo un día
con vosotros en el rodaje. ¿Qué impresiones te quedaron de ese día? ¿Os dio
algunas pautas para vuestro personaje?
Él vino como a mitad de rodaje y yo me enamoré de él, es
absolutamente encantador. De hecho ahora mantenemos contacto por mail porque
cogimos muy buen feeling y muy buen rollo. Pero no, no nos habló nada de la
peli, ni quiso meter mano para nada en los personajes ni el guion.
Jordi Sierra I Fabra ha escrito unas cuatrocientas novelas
englobando muchos géneros y temáticas. ¿Has leído alguna de ellas?
Sí, sí. Ha escrito muchísimas. Y es un tío que tiene un par
de fundaciones, una en Barcelona y una en Colombia, que enseñan a niños a leer
y a escribir. Es un crack. Tiene muchísimas novelas y he estado intentando
comprar alguna, lo que pasa es que las quiero leer en catalán, porque yo soy de
allí y como él también es de allí pues hay algo del idioma que creo que puede
ser más chulo para disfrutarlo al máximo. Y al no ir a Barcelona pues no las he
comprado aún. Tiene una, que me habló de ella, sobre modelos que tengo muchas
ganas de leer. Es un tipo muy interesante, a mí me cautivó.
Háblame ahora sobre el corto “Sexo explícito” que protagonizas
junto a Javier Pereira. ¿Cómo llegó el proyecto hasta ti?
Bueno, este corto es con Javi, como has dicho, y está
dirigido por José Manuel Carrasco. A mí lo que me pasó con este corto es que de
pronto encontré un amigo en Carrasco, porque a raíz de ese momento nos hemos
hecho íntimos y esto es oro.
¿Qué es lo que crees que tiene de nuevo?
No sé, yo creo que Carrasco es un tío muy ingenioso, y con
un estilo y un mundo muy particular. Él siempre está probando, y quiere probar
cosas a nivel estético-visual, de narrativa… Y luego dirige actores
increíblemente, a nivel emocional y sensitivo es lo más, porque él ha estudiado
interpretación, él es actor y sabe mucho de eso. Y luego está probando sus
cosas, está haciendo sus experimentos para volar y despegar. Y creo que eso es
un poco lo que tiene.
Fotografía de Cristina Aragón |
¿Cómo fue el proceso de trabajo con él a nivel
interpretativo? ¿En qué momento se incorpora el elemento claqueta que luego
veremos en el resultado final?
A nosotros durante el rodaje, sí que creo que él sabía lo de
la claqueta, porque si que nos decía “tú al final aquí aguanta”, lo que pasa es
que yo no sabía que al final iba a meterlo. Y luego sí que nos dijo: “en el
principio del corto quiero hacer un homenaje a Bandè à part y voy a meter el montaje justo con la musiquita que va
acompañando a unas imágenes muy picadas”, porque él es un fan de Truffaut y de
Godard.
¿Algún proyecto próximo del que se pueda hablar en un
futuro cercano?
Tengo dos películas en Barcelona. Una es de Silvia Munt, que
se titula “El café de la Marina” y voy a actuar junto a Pablo Derqui, que es
una adaptación de Josep María de Sagarra, que es una obra de teatro de
principios de siglo y lo han adaptado; y la otra es “Sonata para violonchelo”
de Ana Bofarull, en la que también está Jan Cornet y que es una película
pequeña que produce el ICA y es sobre una violonchelista que tiene
fibromialgia.
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