lunes, 20 de mayo de 2013

UN AMIGO PARA FRANK



En un futuro no muy lejano, la integración de presencias robóticas entre los humanos hará posible que surjan, por ejemplo, androides programados para cuidar personas mayores. Esa es justamente la solución que encuentran Hunter (James Marsden) y Madison (Liv Tyler) para su anciano padre Frank (Frank Langella), cuyas pérdidas de memoria son cada vez más frecuentes. Venciendo su aversión inicial por la tecnología, este encontrará en el robot a un amigo cuidadoso y preocupado por su bienestar. Pero, paralelo a su mejoría, también surgirá en Frank el deseo por volver a ejercer su antigua “profesión” de ladrón de joyas. 

La película es una mezcla perfecta entre el personaje protagonista de “Mejor imposible” y el universo planteado en la española “Eva” de Kike Maíllo. Como sucede en esta primera, protagonizada por el gran Jack Nicholson, se nos vuelve a proponer un protagonista que no es de ninguna manera perfecto, y cuyas imperfecciones lo único que hacen es hacerle más y más atractivo para el espectador. En medio de un comienzo convencional que nos sitúa en el giro lógico en el que el protagonista pasa de desechar la ayuda del robot a encontrarle enormemente útil, encontramos poco a poco una historia sobre la vejez, sobre los sueños, sobre encontrarse a sí mismo y lo que significa la amistad. Un gran Frank Langella que dota a su personaje de un humanismo y unas dosis de comicidad muy sutiles, hace de este un relato ligero de digerir, con ciertos elementos del drama más profundo y además de reflexiones tanto filosóficas como existenciales; sin llegar a hacer gala de una gran pretensión.

La película es luminosa y tierna, integrando elementos de ciencia-ficción en una historia profundamente humanista. El guion es sencillo y noble, con un gran trabajo de personajes, interpretados por habituales de la gran pantalla como Susan Sarandon, Liv Tyler o James Marsden. Estos son los que hacen que no se necesiten de grandes giros de guion para mantenernos entretenidos durante toda la película, ya que conflictos tan universales y diálogos tan reconocibles son suficiente para que acompañados de esa pizca de humor negro sea un producto muy agradable de disfrutar. A esto colabora su corta duración, que no se detiene en argumentos secundarios y pone el foco de atención en esta relación tan entrañable que surge entre Frank y el robot, entre Frank y sus propios proyectos de presente y de futuro. Mi puntuación: 8 sobre 10. “Un amigo para Frank” se estrena el 24 de mayo en las salas de toda España.

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