miércoles, 12 de diciembre de 2012

EL BOSQUE


Una familia del Bajo Aragón esconde un secreto ancestral: dos veces al año, por la noche, cerca de su masía aparecen unas misteriosas luces, un fulgor sobrenatural, entre la maleza de un extraño bosque. Según la tradición familiar esas luces son una puerta que conduce a otro mundo, del que no se puede volver. Cuando, en 1936, estalla la guerra civil, las milicias anarquistas toman el poder en el Bajo Aragón, y Ramón, el cabeza de familia de la masía, es perseguido más por razones personales que ideológicas: el “Cojo”, uno de los anarquistas del pueblo, está enamorado de Dora, la mujer de Ramón, y trata de aprovecharse de la situación. Dadas las circunstancias, Ramón se ve obligado a cruzar el umbral de las luces. Dora tendrá entonces que afrontar la soledad y el acoso del Cojo.

La primera palabra que me viene a la mente al calificar la de esta película es la de "gratuito". Gratuito porque se vuelve otra vez a ahondar en la temática de la Guerra Civil, tan utilizado que hace que los intentos nacionales por hacer un cine distinto sigan plagados de prejuicios por estas vueltas al pasado. Gratuito porque la parte fantástica introducida en la historia que tan bien funciona en “El laberinto del fauno” (de la que bebe claramente) aquí prácticamente no ejerce ninguna influencia en la parte real, por lo que es simple y llanamente una propuesta vacua. La clave yo creo que está en que este es un relato que puede funcionar como cuento, como cortometraje o incluso como metáfora de una búsqueda de alejarse de los horrores de la guerra, pero no como película. Es fallida además porque a veces cae en el ridículo, no se sostiene en una mínima verosimilitud. La línea entre realidad y el esperpento es tan fina que a veces se cruza provocando cierto estupor en el espectador, viendo que igual el formato y el tono debería haber sido otro.

Esta apuesta tan arriesgada y tan particular, que me recuerda a los intentos de grandes directores de lanzarse en convertir un cuento en película como Francis Ford Coppola con su reciente “Twist” o Shyamalan con “La joven del agua” desprende unas sensaciones tan de extrañeza que es difícil catalogarla, ya que parece tratar de juntar una trama seria con otra que es tan inocente y marciana como los dibujos de un niño pequeño. Resulta muy curioso y sorprendente que se hayan involucrado en un proyecto así Alex Brendehmühl (“Héroes”) o Pere Ponce (de la serie “Cuentamé”), dos grandes de nuestra ficción nacional, dando vida a dos miembros enfrentados de los dos bandos que dividieron España en la guerra civil, el primero más comedido pero protagonista de la trama fantástica y el segundo mucho más paródico, convirtiéndose casi en personaje de tebeo. Y más extraño me resulta la participación de Tom Sizemore, un conocido del cine norteamericano que ha protagonizado numerosas cintas de acción e intriga en la década de los noventa. Si algo tiene bueno, es que se sale de los cánones del prototipo de película sobre la Guerra Civil. Mi puntuación: 3`5 sobre 10. “El bosque” se estrena el 14 de diciembre en las salas de toda España.

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