miércoles, 28 de septiembre de 2011

SEGUNDA TEMPORADA DE "EL BARCO"


En estos primeros tres capítulos de la temporada se han repetido casi en su totalidad los mismos errores que en temporadas anteriores. Las tramas son circunstanciales y carentes de explicación en su resolución: vuelven a utilizar la excusa del fin del mundo para situarnos una amenaza desconocida (e imposible en un mundo medianamente apegado a la realidad), para crear una intriga ascendente que termina en la extinción de la amenaza casi siempre por casualidad o sin explicación efectiva. Este proceder, unido a la ya cansina relación entre los personajes de Ulises y Ainhoa (¿de verdad alguien te dice que si estás con otra persona va a matarla y entre los dos son incapaces de lograr una solución?), poco a poco extenuarán a la audiencia, aunque en parte se sostengan por el tirón de Mario Casas y Blanca Suárez. La relación que mejor se está llevando por el momento, aunque también ha entrado en el umbral de empezar a ponerse algo pesada, es la de Wilma y Piti, gracias a unos personajes bastante bien dibujados y al gran trabajo de los actores (Javier Hernández está más que correcto ya que  levanta simpatía allá donde va, y Marina Salas se ha especializado en personajes agrios de carácter que saca adelante con gran solvencia, como el que ya interpretó en “Desaparecida”).

En estas primeras entregas se ha reforzado el reparto con las incorporaciones de Belén Rueda (que vuelve a la TV después de “Los Serrano”), Guillermo Barrientos (“SMS”), Daniel Ortíz (que se prevé que sea el que menos dure de los cuatro, y sino al tiempo) y Paloma Boyd. Se abren nuevas perspectivas, ya que ahora la posibilidad de introducir nuevos personajes que parecía muy lejana en la primera temporada ha pasado de latente a patente, al visualizar que hay tierra en alguna parte, y que tal vez las cosas no son como creíamos en un principio. Tanto el personaje de Julia (Irene Montalá) como el de Gamboa (Juan Pablo Shuk) tendrán que decir mucho al respecto en esta temporada, regalándonos algunos flashbacks que ya anticiparon en la sesión anterior.

Se están cometiendo también los mismos errores con los personajes del Estrella Polar. El personaje de Juanjo Artero sigue siendo tan cabezota e incompetente como antes, aunque en estos primeros compases de la temporada el que le está sacando las castañas del fuego (que la anterior temporada siempre era el héroe oficial, Ulises) se está repartiendo algo más entre el reparto – De la Cuadra, Palomares, Julia… -; se le quiere suavizar o dotar de cierta emoción en su relación con su hija, pero el personaje francamente queda muy blando. Deben sacar partido a la potencialidad del personaje de “Burbuja”, coqueteando con su vida anterior y la vida después de su accidente, ya que el buen hacer de Ivan Massagué en la encarnación de ambas facetas da juego a que tiren del hilo sin temor y nos vayan resolviendo la intriga de este personaje. Tanto la audiencia como los guionistas se están dando cuenta de que hay personajes totalmente prescindibles como son los de Estela (Giselle Calderón), Palomares (Bernabé Fernández) o Ramiro (David Seijo). Con la llegada de Guillermo Barrientos y Paloma Boyd, seguro que crearán otra pareja que hará que alguno de estos tres personajes gane en intervención; por otro lado, en el próximo capítulo parece que va a haber una muerte, y todos los papeles apuntan a que puede ser o bien Ramiro (sería bastante razonable, por su confrontación con Gamboa) o Marina Salas (por problemas con el rodaje, baja que para mí sería un varapalo casi mortal para la serie en veras de su calidad e interés, aunque probablemente la audiencia no se resentiría mucho).

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