miércoles, 27 de agosto de 2014

EL MISTERIO DE LA FELICIDAD

Santiago (Guillermo Francella) y Eugenio (Fabián Arenillas) son dos amigos y socios de toda la vida que se comportan de la misma manera de manera rutinaria siempre. Cuando un día de repente Eugenio ha desaparecido del mapa sin avisar a nadie, su mujer Laura (Inés Estévez) se verá obligada a colaborar con Santiago para poder descubrir qué ha sido de esa persona que formaba una parte tan importante en el mundo de cada uno.

Daniel Burman dirige y co-guioniza “El misterio de la felicidad”, una película cómica con su dosis de reflexión sobre cuánto conocemos a las personas que tenemos al lado después de muchos años de mantener una relación próxima con ellos. La opción estética para narrar varios momentos es de estilo videoclip, empleando el recurso de la cámara lenta y sin diálogos mientras se deja fluir a la banda sonora. La historia es bastante sencilla, más allá de la desaparición se irán desvelando aspectos de la forma de ser y las aficiones del ausente que solo conocían su mejor amigo o su mujer de manera exclusiva y que sorprenderán al otro según salen a luz. Toda su investigación les llevará a darse cuenta de que Eugenio no era la persona que ninguno creían y se aproximan más durante la búsqueda cuando estos dos personajes antes no se podían ni ver más que nada porque de hecho casi ni se conocían entre sí. La trama avanza lentamente y no suceden demasiadas cosas, lo que hace tener la sensación de que el film se alarga innecesariamente y deja con una impresión de aburrimiento pese a que su duración no supera los cien minutos. Por momentos parece un capítulo de una serie de televisión que se ha extendido más de la cuenta, lo cual no juega a favor de la trama.

“El misterio de la felicidad” muestra que las cosas que hacemos de normal en nuestra vida no tienen por qué satisfacernos y que la lucha por un ideal que nunca se ha conseguido no tiene que ser algo malo. Ante la rutina y el agotamiento se comprende que el personaje de Eugenio decida abandonarlo todo, pero como desde el momento en que se esfuma no se sabe nada de él es imposible deducir si realmente llega a cumplir su sueño o si no es más que otra fase hasta que vuelva a toparse con la costumbre y el cansancio. Se podría haber optado por un desarrollo en paralelo de los acontecimientos para comprender si realmente aquel que se había ido lo habría hecho por completar sus esperanzas de juventud. La historia acaba por quedarse coja debido a que no tenemos una visión completa sino una parcial en lo que pretende adoptar un tono de comedia de enredos con prácticas detectivescas bastante simples pero cuya resolución se intuye desde muy pronto. Mi puntuación: 5 sobre 10. “El misterio de la felicidad” llega a las salas españolas este próximo viernes 29 de agosto.

Crítica de Sergio Cardete.

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