Tras un accidente (Gérard Lanvin), un solitario sesentón
debe permanecer en un hospital con la pierna escayolada a merced de las visitas
rutinarias de médicos y enfermeras, amigos y visitas imprevistas.
Bajo el pretexto de averiguar qué le ha ocurrido para acabar
arrojado al Senna y de tener que quedarse unos días guardando cama, Jean Becker
nos plantea el retrato de un hombre que ya está encaminado hacia la vejez, y
bajo el tono de una comedia suave y muy blanca nos habla del carácter de un
hombre enfrentado a sus prejuicios, a su manera de ver el mundo y al contacto
obligado. Por un lado, le veremos tratar con la persona que le salvó de morir
ahogado, que resulta ser un chapero que estaba ejerciendo en el momento de
encontrarse en tal situación, con el que chocará por sus valores rígidos. Por
otro lado, tendrá que acostumbrarse y amoldarse a la visita tanto de doctores
como de pacientes que tienen sus propios problemas emocionales, a los que
tendrá que reaccionar no teniendo otra opción que la de permanecer encerrado. Y
el círculo se cierra con el apartado familiar y afectiva, teniendo que lidiar
con las visitas tanto de su hermano como con una ex con la que acabó
abruptamente por motivos que se irán resolviendo.
Bajo este esquema de personajes, el protagonista
interpretado por Géard Lanvin nos ofrece una hora y media amena pero con falta
de intención. Ni el argumento es novedoso, ni los personajes ni conflictos lo
son, ni el espíritu con el que se trata la historia tiene algo particular con
lo que resaltar la obra del director francés. Es una acometida bondadosa, con
mano diestra para los momentos agradables, y con un personaje definido que ni
sobresale ni se queda cojo, sino que cumple sin más su cometido. Se echa en
falta quizás un poco más de riesgo en la propuesta, una búsqueda de personajes
más veraces y menos pintados que los que se ofrece, intentando eso sí no irse
al esperpento, que suele ser un recurso muy utilizado en estas ocasiones. Mi
puntuación: 5,5 sobre 10. “Unos días para recordar” se estrena este viernes 24 de julio
en las salas españolas.
Crítica de Héctor Izquierdo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario