En el último año de la II Guerra Mundial, una madre
desesperada lleva a sus hijos gemelos al campo, a casa de una abuela cruel y
alcohólica. Los dos hermanos, que habían tenido una vida fácil, deben aprender
a vivir solos en un entorno rural desconocido. Se dan cuenta de que solo
sobrevivirán en el absurdo e inhumano mundo de los adultos si aprenden a no
tener sentimientos, a liberarse del hambre y del dolor; y apuntarán todo lo que
ven durante la guerra en un cuaderno al que llaman “El gran cuaderno”.
János Szász, muy prodigado en su carrera en temas sobre el
holocausto y la guerra, se basa en la cruda novela de Ágota Kristóf para
presentarnos la historia de dos niños arrojados a las inclemencias de una
guerra que no la viven de frente pero que les toca vivirla de espaldas, es
decir, desprotegidos de sus padres y también de su nación. Me recuerda en
cierta media a la reciente “Insensibles”, película española protagonizada por
Álex Brendemühl donde también podíamos asistir a la deshumanización de una
persona, en este caso son dos, a través de la guerra, obligados a tales
barbaries para sobrevivir. La emoción y la intensidad va en ritmo creciente, al
principio hace presagiar que será una de tantas películas sobre las
consecuencias de la guerra en el ciudadano de a pie, pero poco a poco va
ganando fuerza y creatividad, sin llegar a ser notable eso sí.
Este progreso ascendente se da también en la violencia,
pasando de una crueldad psicológica para pasar a una crueldad física en todas
sus dimensiones. La película la vemos totalmente a través de estos dos hermanos
gemelos, incidiendo muchísimo en planos subjetivos en los que pretenden
insensibilizarnos ante las imágenes y las situaciones poco a poco, tal como les
va pasando a los protagonistas. A estos dos niños se les enfrenta con una
abuela que les salvará a la vez que les autodestruirá en su inocencia, y se les
rodea de un compendio de secundarios que hacen que el conflicto avance: una
joven ladrona con labio leporino que se convertirá en su aliada –la fealdad sin
anestesia-, una mujer que descarga su frustración sexual ante ellos-sexualidad
sin anestesia-, e incluso un capellán de dudosos comportamientos –el horror
humano sin anestesia y sin regodeo maniqueo-. Mi puntuación: 6 sobre 10. “El
gran cuaderno” se estrena hoy miércoles 30 de abril en las salas españolas.
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