miércoles, 1 de julio de 2015

LO QUE HACEMOS EN LAS SOMBRAS

Un equipo de televisión acompaña a un grupo de vampiros que comparten casa desde hace siglos. Viago, Deacon y Vladislav provienen cada uno de una época diferente y entienden de maneras muy opuestas la convivencia a la vez que intentan ocultarse en la sociedad moderna.

Los actores Jemaine Clement y Taika Waititi guionizan, dirigen y protagonizan “Lo que hacemos en las sombras”. Tras colaborar en la serie musical “Lo s Conchords”, ahora afrontan una comedia con un tono tan desenfadado que parece que la hubiesen hecho para pasarse unas cuantas semanas divertidas con su grupo de amigos más que porque quisiesen hacer una película o contar una historia concreta. El cine de Nueva Zelanda se ha implementado en los años recientes dando lugar a mucha más producción e inversión gracias al éxito que logró El Señor de los Anillos, pero muchas veces sus películas conservan las claves que tenía su cinematografía en los años noventa y que permitieron hacerse un nombre a grandes técnicos como Richard Taylor. Porque estos cineastas siempre recurren a hacer las cosas a su manera si no hay ningún otro medio para lograrlo, sorprende que pese a quedar tan apartados de la gran industria internacional desarrollen logros propios antes que desestimar las alternativas. Y por supuesto otra de las señas de identidad de esa época fue el cine gore desde un punto de vista muy humorístico, que en esta cinta se retoma solo de manera esporádica y con efectos no especialmente elaborados.

La opción narrativa que se sigue es la parodia de esos programas de telerrealidad a los que estamos tan acostumbrados actualmente del estilo “Callejero” o “¿Quién vive ahí?”, donde se está elaborando un reportaje documental sobre estas criaturas que se supone viven a escondidas. Pero sin embargo todos los vampiros están encantados de enseñar su casa y sus hábitos sociales al equipo de grabación, sin importarles que se sepa nada sobre sus técnicas alimenticias matando a cualquiera delante de las cámaras y sin reparo alguno. Se recogen testimonios tanto de los vampiros como de todos aquellos que se relacionan con ellos, ya sean amigos suyos u otro tipo de monstruos como hombres lobos. Se nos presenta una ciudad de Wellington copada por seres sobrenaturales sacados de la literatura gótica, donde se supone que nadie se toma en serio las historias de fantasmas. El gran problemas que tiene la película reside en que la fórmula de reportaje se agota muy pronto y lo que habría funcionado muy bien como un falso documental para la televisión con una duración más breve aquí termina por cansar y no dar mucho más de sí en el tercio final. Mi puntuación: 4,5 sobre 10. “Lo que hacemos en las sombras” llega a los cines el día 3 de julio.

Crítica de Sergio Cardete.

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