jueves, 22 de agosto de 2013

ENTREVISTA A JORDI SIERRA I FABRA

David Menkes rueda actualmente la película “Por un puñado de besos”, protagonizada por Martiño Rivas y Ana de Armas, basada en la novela de Jordi Sierra i Fabra “Un poco de abril, algo de mayo, todo de septiembre”. Hablamos con el autor, Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 2007 y con más de cuatrocientas obras publicadas hasta el momento, sobre lo que ha supuesto esta noticia para él.

¿De que va “Un poco de abril, algo de mayo, todo de septiembre” y de que irá “Por un puñado de besos”?
A mí me han prohibido que desvele el tema del libro porque dicen que si sabes de qué va la novela ya sabes de qué va la historia… Pero sí que te diré que es una chica que pone un anuncio en un periódico buscando a un chico que sea como ella, que tenga sus mismos problemas, y entonces aparece un periodista fingiendo ser lo que no es, pero que se queda prendado de ella en cuanto la ve. Nosotros lo definimos como una historia sobre como volver a vivir, volver a la vida, a través del amor.
¿Cómo se te ocurrió la idea?
La historia está basada en un hecho real. Es un anuncio que leí en un periódico de Barcelona el 2 de abril de 2001. Era un anuncio de cuatro líneas pero pensé “qué historia más bonita”. Y de ahí surgió la novela que escribí en 2002 y que tardé en publicar nueve años, porque nadie quería publicarla por el tema.
¿Crees que esta novela tenía más elementos cinematográficos que tus otras novelas o que simplemente ha sido casualidad?
Yo tengo cuatrocientos libros y llevo cuarenta años oyendo decir que mis novelas son cine puro. Y es verdad, porque yo soy hijo del cine. He leído mucho, pero me he pasado toda la vida viendo películas, he visto todo lo que se puede ver. Entonces mis libros son cien por cien cinematográficos: de entrada todo son diálogos, capítulos muy cortos… cada capítulo es como una escena que se puede rodar tal cual. Lo que ocurre es que me han comprado como quince libros, gente como Imanol Uribe, pero al final las películas nunca se hacían. ¡En cine no había forma! (Risas) A última hora siempre se caía… Y por fin aparece David Menkes y le dije lo que a todos: “Aquí tienes mi libro, haz lo que te dé la gana. No te voy a pedir nada. No te preocupes, yo sé que moriré sin ver mi nombre en la pantalla grande”. Y entonces David me dijo que eso no iba a pasar, y que no había leído solamente este libro mío, sino que ha leído un montón y tiene un montón de proyectos con novelas mías acojonantes. Él los llama joyitas. No sé si nos dará para vivir tres o cuatro vidas (Risas).
¿A qué tipo de acuerdo llegaste con David Menkes sobre las cosas que querías preservar a toda costa de la novela?
Yo no soy el típico autor que te vende una novela, y haces la película y luego se queja. “Oh, es que me han cambiado a mi personaje, no sé que…”. No, mi libro ya está hecho, y lo firmo yo. Mi ego está totalmente cubierto. Una película es del director, y entiendo que el lenguaje cinematográfico es diferente. Yo con David me entendí enseguida, y la película es cien por cien mi libro, son mis diálogos y ha respetado todo. Yo creía que habría cambios a punta de pala. Porque una vez que hicieron una película mía, “Campos de fresas”, que se hizo para TV, y es que no había nada de mi libro, las fans se me quejaban…. Pero con esta no, David me ha respetado todo.
¿Te hubieras atrevido a escribir tú mismo el guion de la película si te lo hubieran pedido o te hubieran dejado?
No. No es que no me vea, es que no quiero. Y no quiero por un motivo muy simple: yo hago una novela, y es mi novela, y cuando acabo de escribirla te juro que ni me la leo. Antes de ese momento trabajo mucho el guion previo, de hecho soy como un director de cine pero que escribe: preparo el guion de forma exhaustiva, me voy a una isla y me encierro allí dos semanas… entonces hago el guion tan minucioso que luego cuando vuelvo a Barcelona lo escribo en una semana. Soy incapaz de coger un libro mío y rescribirlo, o corregirlo; porque para mí corregirlo es enfriarlo. Entonces, ¿qué ocurre? que en cine un guion te dicen que hasta la octava o novena versión no está listo, y yo me veo a mí rescribiendo un guion ya dos o tres veces y me horroriza. Yo he hecho guiones de película para TVE hace veinticuatro años, pero siempre con la condición de que el guion que yo escriba yo no voy a tocarlo más. Si el director quiere retocarlo él y figurar como coguionista, que lo haga, pero yo me niego a revisar un texto mío.
¿Cuáles son los miedos que tienes en el momento de ver trasladada tu obra en pantalla?
Miedo no, felicidad. Total felicidad. Cuando me dijo David que el personaje de la novela lo haría Ana de Armas… Yo, como soy un tío, mis personajes femeninos son muy fuertes, chicas con carácter. El personaje de ella, que en la película se llama Sol porque le han cambiado el nombre, es una tía muy fuerte pero también frágil y dulce. Así que yo me la imaginaba mucho como Ana, porque tenía que ser una chica dulce de forma que el periodista cuando va a verla queda desarmado, se derrumba, se enamora a la primera… Además, vi ayer varias escenas que rodaba y lo borda.

¿El resto de los actores se parecen a los personajes que tú tenías en mente?
Pues mira, en cambio, nunca me imaginé al protagonista. No pensé ni en Martín Rivas ni en nadie. Simplemente era un chico.
¿Has conocido ya al equipo artístico a parte del director? ¿Les has dado alguna indicación concreta sobre sus personajes?
Ayer me senté, disfruté viendo el rodaje, estuve con las actrices, con Marina Salas que es una persona muy dulce y además también es de Barcelona, estuve con Martiño Rivas… hablamos, hicimos el burro, nos reímos… Yo soy un invitado porque David Menkes insistió en que viniera al rodaje, insistió en que tenía que ver la película al menos un día y conocer a la gente. Yo en verano nunca viajo, porque de julio a septiembre me encierro en una casa que tengo en una montaña y no paro de escribir. Pero David insistió, vine, y estoy muy contento.
¿Cuáles son tus proyectos en un futuro inmediato?
Tengo tantos libros que tengo publicados que puedes encontrar y leer… Este verano tengo hechas mil trescientas páginas. Esos son muchos libros: para niños, para jóvenes, y para adultos. Con los guiones previos hechos ya antes de encerrarme. Entonces esos libros saldrán dentro de un año, dos, puede que alguno no salga… pero como tampoco sé cuando van a salir no me gusta a hablar de ningún libro en concreto. Prefiero hablar de lo que se acaba de publicar, porque eso sí que se puede ver y tocar.

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