martes, 31 de mayo de 2011

NOWHERE BOY



Película biográfica que recorre los primeros años de la vida del músico John Lennon hasta la formación de los Beatles, parándose en su infancia y adolescencia. Liverpool 1955: un quinceañero inteligente y rebelde, sediento de vida. Una familia en la que abundan los secretos, con dos mujeres enfrentadas respecto al futuro de este chico: Mimi, la tía severa que lo ha criado, y Julia, su madre, una mujer llena de vitalidad. Impulsado por su deseo de tener una familia normal, John se refugia en el nuevo y excitante mundo del rock, donde su genio inmaduro encuentra su alma gemela en el adolescente Paul McCartney. Pero justamente cuando John está a punto de empezar una nueva vida, sufre una trágica pérdida. El joven Lennon, entonces, tendrá que encontrar fuerzas suficientes para seguir adelante y su voz resonará por todo el mundo dando vida al mito... 

Si bien es cierto que podía haber incurrido algo más en su post-adolescencia, parece que está más o menos claro que no era el objetivo ni del guionista ni del director. El retrato se queda un poco a medias, podía haber sido más valiente y arriesgado en torno a una figura tan controvertida como se ha dicho desde la prensa y los datos biográficos que se conocen. Sin embargo, también esto crea que se fortalezca la gran verosimilitud con que se dota a la acción, gracias también en parte a unas grandes interpretaciones y una gran recreación histórica. Para ejemplo de este poco riesgo que toman los guionistas citaremos una escena: los registros académicos del joven Lennon rezan que en una de las clases de arte se situó en el regazo de una de las modelos desnudas que estaban posando para la clase de la asignatura; en la película aparece esta anécdota reducida solamente a un diálogo con su madre biológica y la mujer que le cuidó en su infancia, aludiendo solo de forma pícara al doble sentido que se deriva de la frase de “pintar los pechos”. Aparece esta rebeldía tan conocida pero de una forma un poco light, como si desde el primer momento se nos quisiera dar a entender que era una pose, cuando por un lado es verdad (ya que él reconoció que lo hacía porque tenía envidia de la vida normal que tenían sus compañeros), pero por otro lado este gamberrismo venía derivado de la difícil vida familiar que vivió durante toda su infancia, lo que no es de ninguna forma una pose.

Uno de los grandes aciertos de la película es el gran trabajo que realiza Aaron Johnson en la piel del malogrado músico, un actor que después de esta interpretación y su incursión en muy distintos géneros con películas como “Kick ass”, “El ilusionista” o la facilona pero sugestiva “Chatroom”, es una figura a tener en cuenta en el futuro. No se parece al joven Lennon, pero consigue captar ese espíritu de sufrimiento y amor a partes iguales, que le hizo arrojarse en busca de una salvación al mundo del rock y por extensión al de la música, y que explica la relación tan intensa y dura que tiene con las dos mujeres que le criaron. Grandes interpretaciones también de las dos protagonistas femeninas del film: Kristin Scott Thomas y Anne Marie Duff. Los dos personajes están muy bien escritos y dibujados psicológicamente, que crean una gran dualidad que hacen contrapunto tanto en su forma de ver la vida como en la formación del joven, y que redunda en la tormentosa personalidad del chico. La relación que tiene con esta segunda tiene ciertos aires de complejo de Edipo sugerido o soterrado, ya que más que una madre, cuando logra encontrarla, lo que obtiene es una novia, una cómplice, el símbolo femenino que le abrirá las puertas a la creatividad, a la música, a la pasión, al sexo… haciendo que lo que antes había sido represión y gamberrismo, ahora se torne en realidad y caminos insondables. Unos caminos tormentosos que convergirán en la gran figura musical que fue.

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