Una azotea en La Habana al atardecer. Cinco amigos se reúnen
para celebrar el regreso de Amadeo (Néstor Jiménez) después de pasar dieciséis
años en el exilio. Desde el anochecer al amanecer hablan de sus recuerdos de
juventud, del grupo que formaban, de la fe que tenían en el mañana… y de sus
decepciones.
Estas son las películas que te han entender en todo su
esplendor la potencia del guion como fuerza motora total de las historias,
lejos de artificios. La propuesta del director Laurent Cantet es tan sencilla y atrayente para
un director que cuenta historias de vida como juntar a cinco amigos de siempre
después de cruzar la cincuentena, rememorar viejas historias, viejos anhelos y
ver lo que hasta ahora ha sido la vida para ellos. El triunfo de la película
está en dibujar a cinco personajes con los que empatizas rápidamente, y cuyas
historias particulares permiten muy eficazmente dibujar un retrato de la
sociedad cubana de los últimos treinta años. Los caracteres de los cinco
personajes hacen que la velada se antoje dinámica al espectador, aunque uno de
ellos pase bastante inadvertido por su poco carisma o su manera de interpretar,
lo que no tiene por qué ser un hándicap ya que en los grupos de amigos también
nos podemos encontrar este estereotipo claramente representado.
Como el lector puede intuir la película empieza con un suave
contoneo, donde los amigos recuerdan viejas anécdotas que incluso a veces al
espectador le quedan ajenos, tal como sucedería en cualquier grupo de amigos
del que cualquiera que no forme parte queda absolutamente alejado de su
lenguaje particular, de comportamientos que todos frecuentamos pero que
adquieren particularidad según el seno concreto en el que nos vimos imbuidos.
Pronto, con los minutos y el vino, aparecen las reflexiones más profundas, los achaques
mutuos, las cosas que hace tiempo se habían querido decir, y las ilusiones que
se quedaron estrelladas en ese grupo de amigos que ya nunca serán. Del reparto
central destaco a Néstor Jiménez, que da vida Amadeo, un ejercicio total de
mimetismo tanto físico como de interpretación. Mi puntuación: 6,5 sobre 10.
“Regreso a Ítaca” se estrena este viernes 17 de abril en las salas españolas.
Crítica de Héctor Izquierdo.
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