Alocada historia de un grupo de amigas que a los veintisiete
años no han conseguido lo que soñaban en la adolescencia: un buen trabajo, un
novio como el de "Cincuenta sombras de Grey" y vivir en un pisazo
céntrico. Como mileuristas, lo único que han logrado es compartir piso,
trabajar como becarias, salir con chicos alérgicos al compromiso y comprarse
ropa solo en las rebajas. Pero Nora y sus amigas no se rinden ante la cruda
realidad. Lo primero que se proponen es organizarle una despedida de soltera
inolvidable a Gisela (Celia de Molina), la más responsable del grupo. Y el
destino escogido es Gran Canaria.
La ópera prima de Manuela Moreno es un pastiche de
demasiadas cosas, empezando por una descarada versión adolescente de “Resacón
en las Vegas” en la segunda parte del metraje, y un homenaje demasiado evidente
a los tres primos de Daniel Sánchez Arévalo que cambian un baile de los
Backstreet Boys por uno de las Spice Girls. La fuerza de la propuesta del
proyecto se ve muy bien en el reparto que han conseguido reunir para la
película. En unos papeles adolescentes donde podían haber encajado
perfectamente Blanca Suárez, Aura Garrido, Marina Salas y similares como alguna
de las protagonistas, las que finalmente han recaído en los roles han sido
Natalia de Molina, una actriz que acaba de emerger en el panorama español
después de su notable interpretación en “Vivir es fácil con los ojos cerrados”,
otra que también está empezando a despuntar como es María Hervás, Úrsula
Corberó, quizá la cara más conocida pero que todavía no ha conseguido que se la
valore por su talento, y finalmente la desconocida Celia de Molina.
El grupo no logra tener el carisma como pueden tener por
ejemplo tanto el grupo de “Primos” u otras películas sobre el valor y la
heterogeneidad de la amistad que logran hacer olvidar fallos de guion o
argumentos algo vacuos. Por poner un ejemplo, aunque se pueda tener dudas entre
el nivel de comedia que aporta el guion de “Fuga de cerebros”, en este caso sí
que hay una química palpable entre el grupo de amigos que se traslada a
pantalla y da un plus de vitalidad. En este caso, y siendo agradablemente necesaria
una versión femenina, no ocurre lo mismo. De lo poco salvable del film es la
exuberancia de Úrsula Corberó en el apartado femenino y de un José Lamuño
arrebatador en el apartado masculino. Además, los breves momentos musicales
funcionan correctamente a pesar de que son elecciones muy obvias y que no
podían ser más comerciales. También da pena comprobar que al cameo de la Spice
Girl se le podía haber sacado más partido. Mi puntuación: 4 sobre 10. “Cómo
sobrevivir a una despedida” se estrena hoy viernes 24 de abril en las salas
españolas.
Crítica de Héctor Izquierdo.
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