A los treinta y tres años, Arman (Vincent Macaigne) decide
cambiar de vida. En primer lugar, decide empezar a correr. También Amélie (Maud Wyler) corre. Su primer
encuentro será un shock. El segundo será un navajazo en pleno corazón.
Sébastien Betbeder nos presenta este trabajo sobre trazos de
varias vidas, en más profundidad de las de sus dos protagonistas, aunque
también de varios personajes tangenciales que aparecen en las vidas de estos
dos durante lo que dura la acción, como reza el título, dos otoños y tres
inviernos. Nos encontramos con dos personajes que dan tumbos en la vida, pero
no en el sentido negativo de la palabra, sino tumbos normales y que van
buscando su lugar en ella, tal vez con una persona a su lado o tal vez no. El
formato pseudo-documental utilizado por el director nos permite que buceemos en
la mente de los protagonistas, en la forma en que explican sus pensamientos, en
el sentido que dan a los sucesos que vemos en pantalla, nos acerca de la manera
más próxima posible al formato novelado. Esta propuesta por tanto nos acerca a
la introspección de los personajes, por lo que se puede permitir reducir el
nivel de acción y dinamismo de la historia.
La historia es una narración sin estridencias, dividido en
capítulos pequeños que a veces incluso pueden durar solo un par de minutos, así
como lo hacen algunas novelas. La doble versión de poder ver lo que ocurre, y
cómo lo interpreta cada personaje, puede producir en ocasiones cierta comedia
ligera, ya que se plasma ante el espectador esa dualidad tan clásica de la
ficción que es la expectativa y ruptura de esa expectativa. El guionista y el
director saben jugar este recurso con pericia, sobretodo el personaje
protagonista, complementando estos dos niveles de narración, dibujando un
protagonista sólido (Vincent Macaigne), una partenaire que funciona de motor
(Maud Wyler), y un secundario que aunque no es muy interesante le pasan cosas
interesantes. Varios recursos para llegar a un mismo fin: una manera distinta de
contar lo tanteas veces contado, y este es su principal oficio, porque la
historia como tal no aporta nada nuevo. Mi puntuación: 6,5 sobre 10. “2 otoños,
3 inviernos” se estrena hoy 13 de marzo en los cines españoles.
Crítica de Héctor Izquierdo.
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