Una reunión de viejos amigos la misma noche en
que un cometa pasa próximo a la atmósfera desembocará en una serie de
situaciones extrañas. Em (Emily Baldoni) parece ser la única que está
preocupada por lo que puede desencadenar el paso del cuerpo celeste basándose
en un caso previo acaecido en Finlandia en el año 1923 que llevó a la población
a desconcertarse y perderse sin una explicación aparente.
James Ward Byrkit dirige su primer
largometraje demostrando una frescura y un manejo de los recursos narrativos
muy interesante. Con un presupuesto de menos de cincuenta mil dólares y rodada
en solo cinco días, “Coherence” tiene una frescura y se arriesga como muy pocas
películas. Basada en una única localización y un pequeño grupo de actores todo
el peso de la cinta recae en el guión, una historia de ciencia-ficción que
remite a cuestiones básicas de las que casi todo el mundo ha oído hablar pero
llevándolas hasta unos extremos realmente siniestros. Por lo inesperado de la
propuesta obtuvo los premios al mejor guión en el Festival de Sitges y el
Fantastic Fest de Austin en el 2013. La tensión en aumento que consigue, así
como el desconocimiento de la situación por parte de los personajes logra
momentos potentísimos de thriller muy bien coreografiados y aguantados por unos
intérpretes que no parecen saber qué viene a continuación. Emily Baldoni es la
única a la que vemos en todo momento y funciona como hilo conductor, aunque
llega a dudarse incluso de que auténticamente mantenga esa continuidad en su
papel dentro de esta trama en la que nada es lo que parece.
El paso del cometa provoca una serie de
acontecimientos que son desconocidos y sobre los que todo lo que se puede
deducir es lo que saben los personajes a título particular. A partir de la
primera alteración que surge cuando se va la luz en el vecindario donde están
reunidos los personajes, su reacción será salir a un entorno totalmente oscuro
sin ninguna referencia salvo su propia casa y ninguna más. Al darse cuenta de
que el único lugar al que pueden llegar es otra casa igual que la suya el
cuestionamiento de la realidad parece haberles hecho creer que se han perdido y
han dado la vuelta en redondo sin prentenderlo. Pero más adelante quedará claro
que existe más de una casa igual con más de una versión de cada uno de los
presentes, lo que les llevará a dudar constantemente unos de otros. Aquí se
plantea la teoría del gato de Schrödinger, según la cual cada versión del mundo
coexistirá mientras dure el fenómeno cósmico como diferentes posibilidades hasta
desembocar en una única concepción posterior. Cada grupo de gente que en teoría
son los mismos pero viven acontecimientos diferentes se diferencian con un
color, lo cual desembocará en la duda de si existen aún más universos
alternativos con infinitas posibilidades. Mi puntuación: 8 sobre 10.
“Coherence” se estrenó el pasado día 24 de octubre en las salas españolas.
Crítica de Sergio Cardete.
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