miércoles, 30 de julio de 2014

EL ÁRBOL MAGNÉTICO

Toda una familia se une en la casa de veraneo de que han tenido a lo largo de varias generaciones, será la última vez porque las dificultades económicas les obligan a venderla. Mareianela (Manuela Martelli) es una de las nietas y quien más apegada está al lugar. También se juntará a la despedida Bruno (Andrés Gertrudix) de visita desde España, que si bien no es parte de la genealogía está tan unido a ellos como si lo fuese.

La gallega Isabel de Ayguavives escribe y dirige su ópera prima tras años de trabajar en la televisión. “El árbol magnético“ es una coproducción entre España y Chile ambientada por completo en el país sudamericano. El reparto es casi íntegramente chileno a excepción del actor que interpreta al personaje de Bruno, del que se dice que al menos su madre es también de dicho país. La película muestra simplemente el fin de semana que abarca la reunión familiar con la llegada de todos a ese lugar que ocupa un recuerdo especial en cada uno y que les permitirá rememorarlos poco a poco durante los dos días que se recogen. No sabemos mucha información sobre los personajes más allá de lo que se dice en este segmento de tiempo, donde además no hay un claro sentido narrativo sino más bien expositivo. Esta opción tan próxima a lo que sería una reunión familiar al uso en la vida real juega en contra de la película porque le resta interés y sentido como producto audiovisual que es, no hay una trama clara ni una serie de desencadenantes que la hagan avanzar.

El tema central de “El árbol magnético” es el paso del tiempo, sobre todo desde el punto de vista de la tercera generación de personajes que ya tienen su vida fuera de la familia, uno de ellos incluso a un continente de distancia, pero que saben que han llegado a ser lo que son también por haber compartido sus años de infancia en ese entorno. Aún así ninguno de los aspectos que se tratan a lo largo de la cinta tienen demasiado calado y de esta manera se suceden ciertos asuntos como la crisis económica, las dificultades laborales, la pareja y el desinterés hacia la tercera edad. Aparte de todo esto está un componente que es difícil de clasificar y es aquel al que hace referencia el título de la película, hay un árbol cerca de la casa que parece atraer los objetos metálicos por algún tipo de fenómeno físico en el terreno, pero nunca deja de aclararse y aporta un cierto toque místico y extraño que no tiene correspondencia en el resto del tono ultrarrealista de la película. Cada uno de los personajes tiene su manera de comprender cómo funciona el árbol, pero nunca sabemos a ciencia cierta quién tiene la verdad si es que hay alguna. Mi puntuación: 7 sobre 10. “El árbol magnético” se estrena este viernes 1 de agosto en las salas españolas.

Crítica de Sergio Cardete.

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