Historia ambientada en un mundo distópico que se divide en
cinco categorías: Verdad, Abnegación, Osadía, Cordialidad y Erudición. En ese
mundo todos tienen que decidir, a los dieciséis años, a qué bando creen pertenecer, atendiendo
a sus virtudes personales más destacadas. La protagonista, Beatrice (Shailene
Woodley), sorprende a los suyos con la decisión que toma. Lo que ocurre es que
ella no es como los demás: guarda un secreto del que podría depender el orden
social e incluso su propia vida.
Recordándome a una mezcla de “La huésped”, “Los juegos del
hambre” e incluso la cuarta parte de la saga “Harry Potter”, la cinta de Neil
Burger plantea un futuro distópico después de una gran guerra mundial en el
que la población es categorizada en bloques según sus aparentes cualidades
psicológicas y de carácter. Esta película me ha servido para constatar que una
buena novela de este género nunca se llevará a la gran pantalla si no tiene una
buena dosis de acción tras ella, algo que efectivamente ocurre con esta cinta o
como por ejemplo sucedía en la mencionada “La huésped”. Como en esta, me alegra
ver que los productores se van atreviendo a plantearnos una protagonista que no
sea de una belleza intachable, sino que casi estamos ante una chica del montón,
como sucedería en la vida real. Eso sí, tampoco podían ir muy lejos en su
ruptura y en cambio el partenaire de la protagonista, Theo James, parece sacado
de la revista Men`s Health. Había que compensar por algún lado.
En cuanto a la trama, la historia trata de unir una
vertiente cuasi-filosófica existencial, con una historia romántica clásica y a
la vez un universo de acción desenfrenado. A nivel intelectual esto funciona
creando interés en el espectador ya que se tocan temas tan universales como la
lucha de generaciones, el seguir o no los pasos de los padres, luchar contra el
determinismo biológico o genético, y las posibilidades que tenemos de
desarrollarnos en nuestras capacidades como ser humano. En cuanto al apartado
formal, hay momentos que chocan unos con otros, e incluso encontramos ciertas
inconsistencias lógicas de guion o momentos demasiado rayanos a un anuncio –los
momentos de presentación del grupo de “osadía” son claro ejemplo de ello”- que
pueden llegar a provocar incómodas risas. En cuanto al reparto, a parte de los
desconocidos protagonistas, nos encontramos nombres como los de Kate Winslet,
Maggie Q o Ashley Judd. Mi puntuación: 6 sobre 10. “Divergente” se estrenó el
pasado 30 de abril en las salas de toda España.
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