1974. Han
pasado seis años desde que Martín (Carlos Iglesias) y su familia regresaron de
Suiza y rehicieron su vida en Madrid, aunque nunca olvidaron el idílico país en
el que consiguieron salir a flote. Su hijo Pablo (Adrián Expósito) pertenece a una generación que
representa el cambio y la destrucción de las barreras ideológicas que marcaron
la vida de sus padres. Será él quien arrastrará a toda la familia de vuelta a
Suiza, lo que le permitirá conocer otras formas de vida y descubrir lo mucho
que le queda por aprender.
Carlos
Iglesias apuesta esta vez por tirarse a la piscina poco profunda de la comedia
para seguirnos contando cosas sobre los personajes que le supusieron su
nominación al goya como director novel con “1 franco, 14 pesetas”. Parecía un
caramelo para el director retomar esta historia sobre unos emigrantes españoles a Suiza, que ahora vuelve a estar en la
palestra debido a nuestra precaria situación patria -tanto a nivel económico como social-, lo que hace dar una nueva
dimensión a esta cinta que habla de la inmigración y los emigrantes. Con la excusa
del inminente bautizo del niño del personaje interpretado por Javier Gutiérrez,
los personajes que ya conocíamos vuelven a la Suiza que abandonaron, pero esta vez bajo una doble
vertiente narrativa: lo hacen tanto los adultos, como Pablo junto a un amigo, ambos
rayando la mayoría de edad; cada foco tendrá su particular periplo en un tono
distinto.
Uno de los
grandes cambios de esta continuación es una mayor coralidad en cuanto al
reparto de actores, mediante la cual se gana en frescura para la comedia pero hace perder
intensidad en cuanto a la identificación del espectador, para mí una de las
grandes claves del éxito de la primera parte. En este variopinto conjunto de nombres,
además de repetir prácticamente el cast entero de la primera parte, se ven
también incluidos algunos como los de Luisber Santiago ("Atasco en la nacional"), Adrián Expósito,
Roberto Álvarez ("Ana y los siete"), Tina Sáinz ("Mis adorables vecinos") o Lolita, en un particular cameo. En “2 francos, 40
pesetas” algunos estereotipos se repiten sin mucha audacia y a otros se les intenta dar un giro de tuerca apostando
más por la nostalgia que por el ingenio puro y duro. Mi puntuación: 6 sobre 10.
“2 francos, 40 pesetas” se estrena este viernes 28 de marzo en las salas
españolas.
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